Fallece el histórico militante del PNV Gorka Agirre tras una larga enfermedad
- Fue miembro del PNV entre 1988 y 2008 y encargado de relaciones internacionales
- Declaró en la Audiencia Nacional por sus contactos con ETA
- Era sobrino del primer lehendakari vasco, José Antonio Agirre
- Se instalará su capilla ardiente en la sede del PNV de Bilbao
El histórico ex dirigente del PNV Gorka Agirre ha fallecido este viernes a los 59 años de edad tras una larga enfermedad, según han informado a RTVE.es fuentes del PNV.
Agirre fue miembro de la ejecutiva del PNV entre 1988 y 2008 y fue encargado de las relaciones internacionales de la formación nacionalista.
El PNV dará a conocer en breve los actos organizados en memoria de Agirre, que incluirán la instalación de la capilla ardiente mañana en la sede del partido en Bilbao.
Gorka Agirre Aizmendi, quien nació en el exilio en Bélgica en 1950 y se licenció en Ciencias Económicas en la ciudad belga de Amberes, era sobrino del que fuera primer lehendakari, José Antonio Aguirre, y yerno de Luis María Retolaza, ex consejero de Interior del Gobierno vasco.
Afiliado desde muy joven al PNV, formó parte de la Ejecutiva del partido desde la época clandestina. En febrero de 2000 fue nombrado miembro de la Comisión permanente.
Acusado de colaboración con ETA
Fue uno de los interlocutores ante ETA y Herri Batasuna (HB) de la negociación que condujo a la tregua de 1998. Seis años antes, ya había representado al PNV en las conversaciones que mantuvo con HB para tratar de llegar a una solución al problema de la violencia en Euskadi.
El histórico dirigente nacionalista integró la delegación del PNV que firmó la Declaración de Barcelona con nacionalistas catalanes y gallegos en 1998 y fue uno de los enviados a representar a su partido en la celebración de la Diada catalana.
El 29 de junio de 2006, Agirre tuvo que depositar una fianza de 30.000 euros para permanecer en libertad tras haber sido interrogado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska como imputado en la causa en la que se investiga la red de extorsión de ETA.
Dos años después, el 16 de mayo de 2008, compareció ante Garzón para revisar su situación procesal. Gorka Agirre aseguró al magistrado que "jamás" actuó como mediador de ETA en el pago del "impuesto revolucionario", ni negoció con la banda armada y recalcó que "siempre" recomendó "hacer frente al chantaje etarra".
El político nacionalista negó que entregara a ETA 54.000 euros procedentes del chantaje a dos empresarios navarros en abril de 2006, como acusó la Policía, e insistió en que, pese a los "suficientes indicios" que las Fuerzas de Seguridad tenían de que él no había efectuado ese pago, mantuvieron la acusación. El 24 de octubre de 2008, el juez Garzón retiró su imputación.