Netanyahu convence a Barak para firmar un acuerdo de coalición en Israel
- El pacto establece que el Likud se compromete a seguir las negociaciones de paz
- El acuerdo debe ser ratificado por la cúpula de los laboristas que se encuentra dividida
- Si la coalición sale adelante, Barak continuaría en su puesto de ministro de Defensa
El primer ministro israelí, el derechista Benjamín Netanyahu, y el número uno laborista, Ehud Barak han alcanzado un acuerdo de coalición que debe ser aprobado por la cúpula del partido de centro derecha a lo largo de esta jornada.
El pacto establece que el Likud de Natanyahu se compromete a seguir las negociaciones de paz con los palestinos y a respetar los acuerdos firmados en el pasado.
Este acuerdo entre Netanyahu y Barak prevé también que Israel continuará actuando contra las construcciones ilegales y la colonización salvaje en Cisjordania.
Equipos de ambos partidos pasaron la noche negociando los últimos flecos de un pacto que ofrece al laborismo entrar en el Ejecutivo que presidirá Netanyahu con cinco ministros, dos viceministros y un cargo de presidente de comisión parlamentaria, según han informado los medios locales.
Aprobación del Comité Central laborista
Pero el acuerdo de coalición no es aún definitivo ya que, esta tarde, Barak deberá someterlo para su aprobación al Comité Central del partido, formado por 1.470 personas y que podría echarlo para atrás.
En la última semana han sido muchas las voces dentro del laborismo que se han opuesto a entrar en un Gobierno liderado por el Likud y siete de los 13 diputados que el Partido Laborista consiguió en los últimos comicios han manifestado su oposición a un pacto como el que se alcanzó esta mañana.
El lunes, estos 7 parlamentarios enviaron una carta a Netanyahu en la que dejan claro que no se sentirán vinculados por un posible pacto.
Los medios de comunicación locales han avanzado que si la coalición se concreta Ehud Barak mantendría su puesto de ministro de Defensa.
Netanyahu ha logrado ya una alianza con el partido del ultranacionalista Israel Beitenu y la formación religiosa ortodoxa Shas. El líder del Likud quiere evitar un gobierno muy escorado a la derecha que podría entrar en colisión con la política del presidente estadounidense Barak Obama que ha expresado su voluntad de reconducir el proceso de paz con los palestinos.
Con el apoyo del partido laborista, la coalición de Netanyahu tendría 66 escaños de los 120 del parlamento israelí.