El gobierno checo dice que su caída no afectará a la UE pero Bruselas teme por el Tratado de Lisboa
- El Parlamento Europeo ha expresado su preocupación por la caida del Gobierno checo
- El presidente de la Comisión pide a Chequia que no "tomen como rehén" el tratado
- El primer ministro checo insiste en que su caída no afectará a la Unión Europea
- La UE confia que se ultimen los detalles para que el Tratado entre en vigor en 2010
El primer ministro checo, Mirek Topolanek, aseguró que la caída de su Gobierno no afectará a su papel al frente de la Unión Europea, pero la Unión Europea ha expresado su preocupación, en especial, por el futuro del Tratado de Lisboa.
Así se lo hicieron saber los principales grupos políticos de la Eurocámara al propio Topolanek, quien pese a la moción de censura en su contra aprobada este martes compareció en Estrasburgo (Francia) como estaba previsto, para presentar a los eurodiputados los resultados de la última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
El primer ministro checo, que se refirió brevemente a la situación política en su país al comienzo del debate, insistió en que la crisis de su Ejecutivo "no tendrá impacto" en la Presidencia de la UE.
Ése fue precisamente el deseo que expresó el presidente del PE, Hans-Gert Pöttering, que dijo apoyar al primer ministro "en su labor a fin de que la Presidencia checa de la UE se vea coronada por el éxito".
El futuro de la reforma constitucional, en juego
"Quisiera alentar al presidente a que en su país se continúen desplegando esfuerzos para la ratificación del Tratado", señaló Pöttering, quien confió en que "se puedan ultimar todos los detalles para que el Tratado pueda entrar en vigor en 2010".
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha urgido "a todos los líderes políticos del país a no tomar como rehén el Tratado de Lisboa de un conflicto de política interna".
"Espero realmente que la situación nacional no ponga en dificultad el trabajo de todos los Veintisiete", ha advertido Barroso en una conferencia de prensa en la sede de la Eurocámara de Estrasburgo tras un debate sobre la última cumbre de la UE.
El viceprimer ministro checo, Alexandr Vondra, ha reconocido ese mismo marco que la crisis política en su país "complica" la ratificación del Tratado y ha advertido de que su aprobación en el Senado de Praga "no va a ser fácil".
Pendientes del Senado checo
El futuro de la reforma institucional de la UE, pendiente de la ratificación por parte del Senado checo y de un nuevo referéndum en Irlanda, es la principal preocupación en el PE tras la caída del Gobierno de Topolanek.
Para el líder del grupo Liberal, Graham Watson, es "vital para los intereses del conjunto de Europa que la República Checa cumpla con sus tareas como Presidencia de turno y complete la ratificación del Tratado de Lisboa".
En su segundo turno de intervención, Topolanek trató de tranquilizar a los eurodiputados y aseguró que desplegará "todos los esfuerzo necesarios para cumplir" con sus "compromisos". "Ya hubo cambios de Gobierno en otras presidencias europeas. Yo no veo todo tan negro", señaló.
Sin embargo, aseguró que la responsabilidad en lo referente al Tratado no está en sus manos, sino en las de Jiri Paroubek, el líder socialdemócrata de la oposición. "Estamos ante una situación en la que los socialdemócratas están obstruyendo a la República Checa. Es un problema que hemos visto muchas veces durante esta Presidencia", aseguró.