Obama envía 4.000 instructores más para estabilizar la frontera entre Afganistán y Pakistán
- Este refuerzo se añade a los 17.000 soldados que ya ha ordenado
- Se encargarán de instruir al ejército afgano
- Obama incrementará la ayuda a Pakistán a cambio de que luche contra los talibanes
- El objetivo final es anular la amenaza de Al Qaeda y permitir la retirada de EE.UU.
- Obama ha hablado este jueves con el presidente afgano Hamid Karzai
Obama presenta este viernes su nueva estrategia para Afganistán y Pakistán. El plan, al que ha tenido acceso la agencia AP, consta de 20 puntos y persigue asegurar ambos lados de la frontera afgano-pakistaní. El objetivo final es permitir la reducción y eventual retirada de las tropas desplegadas por Estados Unidos y sus aliados, entre ellos, España. Y para ello, es preciso anular la amenaza de Al Qaeda.
El Presidente enviará 4.000 instructores para entrenar al ejército de Afganistán. Está previsto que lleguen antes del próximo otoño y se sumarán al refuerzo de 17.000 soldados que ordenó Obama el pasado mes de febrero. En conjunto, Estados Unidos dispondrá de más de 55.000 efectivos en la zona, más o menos lo que había solicitado el general David McKiernan, jefe de las tropas de la OTAN en Afganistán.
Una estrategia civil y militar en vísperas de la cumbre de la OTAN
Así la ha descrito la secretaria de Estado, Hillary Clinton, de visita oficial en México. A las fuerzas militares se sumarán funcionarios civiles que se centrarán en fortalecer las instituciones afganas, promover el desarrollo económico y asesorar en materia agrícola. O de otro modo, mejorar las condiciones de vida de una población mayoritariamente rural para romper los lazos que les unen con los extremistas. De pueblo en pueblo, y no sólo en la capital.
Para acabar con los santuarios de los talibanes en la zona montañosa de Pakistán, Estados Unidos puede llegar a triplicar la ayuda humanitaria a este país. El proyecto lo presentó el año pasado el vicepresidente Joe Biden y rebasaría la cifra de 1.500 millones de dólares durante cinco años. También condicionaría la ayuda militar a Islamabad a que refuerce su lucha contra los talibanes.
Insurgencia al alza
El último informe del Consejo Internacional de Seguridad y Desarrollo, ICOS, señalaba que los talibanes han incrementado su poder considerablemente en el último año y tienen ya presencia permanente en un 72% de Afganistán. Además, la zona limítrofe de Pakistán se ha convertido en un refugio para los insurgentes, desde donde lanzan ataques contras las tropas de la OTAN y objetivos civiles en Afganistán. Según el gobierno estadounidense, reciben apoyo militar, fondos y planificación estratégica de la agencia de Inteligencia pakistaní.
EE.UU lleva meses atacando estos santuarios mediante el uso de aviones controlados a distancia, los famosos drones, e incursiones relámpago. Los ataques han provocado un incremento de la tensión con el gobierno pakistaní, que en ningún caso ha autorizado las operaciones en su territorio pero que se ve impotente para acabar con los talibanes.
Un gobierno cuestionado por Occidente
Al deterioro de la situación militar, se une que el gobierno afgano de Hamid Karzai está cada vez más cuestionado por sus socios occidentales. Obama ha comunicado a Karzai la nueva estrategia este jueves. El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, abandonó el año pasado una cena oficial con Karzai tras reprocharle el incremento de la corrupción y el tráfico de opio y no obtener medidas concretas de su anfitrión.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha calificado Afganistán como narco-estado. Y el enviado especial a la zona, Richard Holbrooke, ha señalado que la corrupción, masiva y oficialmente alentada, es uno de los principales problemas. En cualquier caso, no se espera una decisión hasta la cumbre de la OTAN el próximo mes de abril.
El contingente español, integrado por 778 efectivos en la misión ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de Naciones Unidas), tiene su base principal de operaciones en Herat. A tenor de las palabras de Joe Biden en la pasada cumbre de Munich, Estados Unidos va a pedir más esfuerzos a sus aliados en Afganistán.