Enlaces accesibilidad

Simonyi, primer "turista" que va dos veces al espacio

  • El magnate de la informática, de 60 años, repite viaje a bordo de la nave rusa Soyuz
  • Trabajó en Microsoft y tiene una fortuna estimada en mil millones de dólares
  • Durante los doce días de estancia en la EEI trazará un plano de la contaminación radiactiva
  • También estudiará los efectos de los vuelos espaciales sobre los dolores de espalda

Por

Charles Simonyi, millonario estadounidense de origen húngaro, se convirtió en el primer turista espacial que viaja por segunda vez a la Estación Espacial Internacional (EEI).

El magnate de la informática, de 60 años, viaja a bordo de la nave rusa Soyuz TMA-14, que fue lanzada a las 11.49 GMT desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) rumbo a la EEI, junto con el cosmonauta ruso Guennadi Padalka y el astronauta estadounidense Michael Barrat.

Simonyi será el último participante no profesional en un vuelo espacial, después de que la Agencia Aeroespacial Rusa, Roscosmos, anunciara su intención de suspender los viajes turísticos al espacio. En adelante, todas las plazas de las naves Soyuz estarán destinadas a astronautas profesionales de los países socios de la EEI.

Además de Simonyi, han viajado a la EEI cinco "turistas", de ellos una mujer, todos acaudalados empresarios que pagaron cada uno entre 20 y 25 millones de dólares.

Simonyi, que trabajó en Microsoft desde sus orígenes y tiene una fortuna estimada en mil millones de dólares (casi 737 millones de euros), ha pagado unos 35 millones de dólares (25,7 millones de euros) por su segundo viaje, diez millones más que para el que hizo en abril de 2007.

Durante los doce días de estancia en la EEI -en 2007 estuvo trece días-, Simonyi trazará un plano de la contaminación radiactiva de la plataforma orbital y estudiará los efectos de los vuelos espaciales sobre la osteoporosis y los dolores de espalda.

El primer turista espacial de la historia fue el estadounidense Dennis Tito, que en abril de 2001 realizó un viaje a la EEI en una nave rusa Soyuz TMA.

La iniciativa de "Roscosmos" levantó entonces las críticas de la agencia espacial estadounidense NASA, opuesta desde un principio a la llegada de un astronauta no profesional a la EEI "por razones de seguridad".

La Agencia Espacial Europea (ESA), Japón y Canadá, socios con la NASA y Rusia en la construcción de la estación espacial, tampoco aprobaron el viaje, que no obstante se llevó a cabo.

Negociaciones posteriores entre los países implicados en el proyecto EEI establecieron las normas para la permanencia en el complejo orbital de cosmonautas no profesionales.

En 2002 voló al espacio el segundo turista, el sudafricano Marc Shuttleworth, quien realizó pruebas científicas relacionadas con el Sida durante su estancia en la EEI.

En 2005 el científico estadounidense Gregory Olsen se convirtió en el tercer cosmonauta "turista" del espacio.

Y en 2006 la millonaria Anousha Ansari fue la primera mujer "turista" espacial que voló a la EEI en una misión de nueve días, en los que entre otras actividades hizo experimentos científicos.

Simonyi siguió a Ansari en abril de 2007 y en octubre de 2008 le sucedió Richard Garito, el magnate estadounidense de los videojuegos.

Todos tuvieron que contratar los servicios de la empresa estadounidense Space Adventures, que comercializa los vuelos a la EEI en las naves rusas Soyuz; fueron preparados en el Centro de Cosmonautas rusos "Yuri Gagarin", a las afueras de Moscú, y autorizados por la Comisión Estatal de Vuelos Espaciales de Rusia.

Entre las exigencias para ser turista del espacio destacan un curso de tres meses, que el candidato tenga educación técnica superiorpreparación física y capacidad para aprender perfectamente hasta 2000 términos técnicos en ruso.

En 2006 el empresario japonés Daisuke Enomoto fue descartado al no superar las pruebas médicas a las que estaba siendo sometido en el Centro de Preparación de Cosmonautas ruso "Yuri Gagarin".