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Brown: "Necesitamos nuevas reglas para regular los estados y los mercados"

  • Los líderes apuestan por combinar Estado y mercado para enfrentar la crisis
  • Bachelet cree que hay que combatir la crisis con políticas de aperturismo y regulación
  • La mandataria ha exigido una "profunda" reforma del Fondo Monetario Internacional

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Cumbre de líderes progresistas

Los líderes progresistas reunidos en la ciudad chilena de Viña del Mar han apostado por combinar Estado y mercado como fórmula para enfrentar la crisis económica y cambiar el rumbo del neoliberalismo a través de nuevas medidas con visión social.

Así lo han señalado la presidenta chilena, Michelle Bachelet, y el primer ministro británico, Gordon Brown, al clausurar el seminario "Respuesta a una crisis global: Hacia un futuro progresista", previo a la Cumbre de Líderes Progresistas que se celebra este sábado.

El encuentro ha reunido a unos 200 pensadores, académicos y autoridades de izquierda de 17 países que propusieron aprovechar la actual crisis económica y financiera para enterrar definitivamente el modelo neoliberal.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero ha viajado hasta Chile para participar en la Cumbre de Líderes Progresistas junto con los presidentes de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay; los primeros ministros de Gran Bretaña y Noruega; y el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden.

Zapatero, espera entrevistarse este sábado con el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, aunque desde el Gobierno se desvincula esta posible reunión de la polémica retirada de las tropas de Kosovo, un asunto "absolutamente zanjado".

Por otro lado Noruega ha anunciado que aportará 5.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para satisfacer las necesidades de crédito de países en desarrollo, anunció hoy el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, durante su intervención en la VI Cumbre de Líderes Progresistas.

Aumentar la regulación de los mercados

Michelle Bachelet ha puesto el acento sobre la repercusión social de la debacle financiera y llamó a adoptar "medidas populares, pero no populistas" frente a la crisis, que a su juicio se debe combatir con políticas anticíclicas, aperturismo y regulación.

Bachellet  ha pedido una mayor regulación global de los mercados y ha exigido una "profunda" reforma del Fondo Monetario Internacional, que lo dote de la "legitimidad necesaria" para dirigir el nuevo rumbo que en su opinión ha de tomar el sistema económico.

También ha instado a evitar el proteccionismo, en especial en su vertiente financiera, para lo cual ha considerado esencial llegar a un acuerdo en la Ronda de Doha, la iniciativa de la Organización Mundial del Comercio que busca liberalizar el comercio mundial.

En el ámbito social, la presidenta ha subrayado que la crisis puede no sólo acabar con los avances en la desigualdad de la pobreza alcanzados en los últimos años, sino ahondar en esa brecha que se agudiza en las economías más desfavorecidas.

Para ello, ha llamado a los países desarrollados, que fueron el germen de la crisis, a aumentar la cooperación internacional hacia los Estados más débiles, que reciben los coletazos más intensos de una crisis que ellos no cultivaron, según Bachelet.

Esa coyuntura económica desfavorable no debe ser, además, la "excusa" para huir de los compromisos para combatir el cambio climático, sino que a juicio de Bachelet constituye una "oportunidad para alcanzar "un nuevo acuerdo ambiental global".