Miles de manifestantes protestan en Londres contra la cumbre del G20
Exigen medidas contra la pobreza, el desempleo y el cambio clim
Miles de manifestantes, entre 30.000 y 40.000 según las fuentes, han salido a las calles de Londres para exigir medidas contra la pobreza, el desempleo y el cambio climático, al comienzo de una semana de protestas contra la cumbre del G20 que se celebrará en la capital británica.
Sindicatos de comercio, agencias de ayuda, grupos religiosos y ecologistas se han reunido bajo el eslogan "Poned a la gente primero", para presionar a los líderes mundiales que el 2 de abril discutirán medidas contra las peores condiciones económicas vistas desde la década de 1930.
La marcha se realiza con una profunda recesión económica como telón de fondo y ante el creciente descontento público por bonos pagados a altos ejecutivos en medio de la crisis.
En el Reino Unido el desempleo se ha elevado hasta los dos millones de personas, los precios de las viviendas ha caído un 11% en un solo un año y la producción industrial ha registrado su peor baja desde 1981.
"Rabia para la clase trabajadora"
"Este será un verano de rabia para la clase trabajadora", dijo el manifestante de 20 años Bryan Simpson, un estudiante de Glasgow. "Se espera que la gente de la clase trabajadora pague el precio de las deudas de los bancos", ha señalado.
Aunque algunos manifestantes contra el G20 han adoptado eslóganes como "Cuelga a un banquero" o "Saqueen los bancos", los organizadores de la marcha en Londres han dicho que el evento sería pacífico.
"No tenemos evidencia de que que alguien intente interrupir nuestros planes, violar la ley o cometer actos de violencia", ha agregado Glen Tarman, líder de los organizadores.
Una anciana octogenaria, Lorna Hicks, ha dicho que estaba en la manifestación -la primera de muchos actos de protesta previstos para marcar la cumbre- "porque las necesidades de la gente del Tercer Mundo son más importantes que las de los banqueros".
Con una amiga cuáquera, Hicks había asistido al servicio ecuménico que el obispo de Londres, Richard Chartres, ofreció antes de la protesta, que transcurrió desde Embankment, a orillas del río Támesis, hasta el céntrico Hyde Park, donde se pronunciaron los discursos.
"Avanzar hacia una economía verde"
Una de las oradoras ha sido la conocida escritora y filósofa franco-estadounidense Susan George, autora de libros como "How the other half dies" (1974) y The Lugano report" (2003), que ha subrayado la importancia de "avanzar hacia una economía verde".
Crítica habitual del aspecto neoliberal de la globalización, George ha expresado poca confianza en el G-20, porque "no van a escuchar, no tienen ideas... Sólo se les ocurre dar dinero al FMI, que es uno de los responsables del embrollo en el que estamos".
Al igual que George, que ha abogado por la "socialización" de los bancos para crear empleos ecológicos, las organizaciones de defensa del medio ambiente, como Greenpeace o Friends of the earth, han pedido a los líderes políticos un nuevo sistema económico que favorezca los puestos de trabajo "verdes" y reduzca las emisiones de gases nocivos.
La protección del planeta ha sido uno de los mensajes más claros de esta manifestación, junto con la creación de empleos sostenibles y una mayor justicia social.
"Decisiones irresponsables"
El secretario general de TUC (agrupación de sindicatos británicos), Brendan Barber, ha recordado que "la crisis no es un desastre natural ni un acto de dios, sino la consecuencia de decisiones irresponsables que han generado una desigualdad creciente, y de la codicia que ha alimentado esa desigualdad".
"Los más pobres del planeta son quienes están en mayor peligro, y el G-20 se enfrenta al desafío de crear un mundo mejor", proclamó, para añadir que "se puede crear riqueza pero hay que distribuirla".
Además de la manifestación de hoy, hay previstos otros actos de protesta con motivo de la cumbre de los jefe de Estado y de Gobierno de las economías más industrializadas y emergentes, que se celebrará el 2 de abril en el centro de ferias ExCel del este de Londres.
Como ese día será difícil acercarse al recinto, por las fuertes medidas de seguridad, la mayoría de las protestas tendrán lugar el 1 de abril, cuando varios grupos antisistema tienen previsto "tomar" la "City" (el centro financiero de Londres) con montajes festivo-provocadores.