La Justicia francesa condena a 14 años a Ainhoa García, jefa de información de ETA hasta 2003
- Ainhoa García Montero ha sido condenada por el Tribunal de lo Criminal de París
- El tribunal condena también a 12, 10 y cinco años a otros tres miembros de ETA
- Son Aitor García Justo, Asier Aranguren Urroz y el francés Thierry Idiart
- La ex jefa de información de ETA lee un alegato en euskera que acaba con vivas a ETA
El Tribunal de lo Criminal de París ha condenado a 14 años a Ainhoa García Montero, considerada la jefa de información de ETA hasta su detención en 2003 en Saintes, al norte de Burdeos. El tribunal también ha condenado a 12, 10 y cinco años a los miembros de esta estructura Aitor García Justo, Asier Aranguren Urroz y al francés Thierry Idiart, respectivamente.
El tribunal, compuesto íntegramente por magistradas, también impuso a los tres primeros, de nacionalidad española, la expulsión definitiva del territorio francés una vez que hayan cumplido sus penas.
Por lo que se refiere a Idiart, el único de nacionalidad francesa, no tendrá que ir a la cárcel, porque de los cinco años de condena 13 meses son exentos de cumplimiento y ya pasó cuatro años en prisión provisional.
La sentencia leída por la presidenta de la Corte, Anne Douvillaine, considera a los acusados culpables, entre otros cargos, de robo de vehículos, receptación de robo, falsificación, vulneración de la legislación de armas, posesión de falsas placas de matriculación, posesión ilegal de armas y municiones y de documentación falsa, todo ello en banda organizada con fines terroristas.
La Defensa tiene ahora diez días para apelar la sentencia.
La representante del Ministerio público, Anne Obez-Vosgien, había pedido 14 años de prisión "en nombre de todas las víctimas" de ETA, al considerar probado que García Montero era la "dirigente y cabeza pensante" del aparato de información de la banda.
La "raíz" de todos los atentados
Según la fiscalía, sus actividades eran la "raíz" de todos los atentados cometidos por la organización terrorista en España durante los años en los que la acusada estuvo al frente de esta estructura.
En su requisitoria puso de relieve que García Montero no sólo era la jefa de los llamados 'Pianistak' encargados de recabar información sobre objetivos potenciales de ETA, sino que "tenía un pie" y estaba "estrechamente ligada" a los miembros de la organización encargados de la "preparación directa de los atentados".
En el caso de Aitor García Justo, la Fiscalía había pedido 12 años de cárcel, al considerar "evidente" que integraba la red de información bajo las órdenes de García Montero y había requerido la misma pena para Asier Aranguren Urroz. Mientras, para el francés Thierry Idiart, el único que comparece en libertad bajo control judicial, la petición de la Fiscalía había sido de cinco años de prisión.
Vivas a ETA en el juicio
Durante la sesión celebrada este lunes, la presidenta del Tribunal dio la palabra a los acusados y García Montero leyó en su nombre un largo alegato pronunciado en euskera que finalizó con vivas a ETA.
El Tribunal especial de lo Criminal de París inició el pasado 23 de marzo el juicio a estos cuatro presuntos miembros de ETA acusados de pertenecer al 'núcleo duro' de la red de información de la banda terrorista.
Detenidos por la policía gala cuando se disponían a abandonar de manera precipitada la localidad de Saintes, su arresto permitió a las fuerzas de seguridad galas incautarse de la Base Central de Datos de ETA.
García Montero, 'Nekane' o 'Laia', era la pareja de Gorka Palacios Alday, jefe de los comandos de ETA y 'adjunto' de Ibon Fernández Iradi, 'Susper' tras la caída de Olarra Guridi y Ainhoa Múgica Goñi en septiembre de 2002. Mientras, Aranguren Urroz, García Justo e Idiart formaban parte de los 'talde de reserva' de la banda.
Con anterioridad a asumir responsabilidades operativas de la banda junto a 'Susper', la policía atribuye a la presunta etarra labores de captación de activistas desde su incorporación al 'comando Buruntza' de ETA en julio de 2000 a las órdenes de Fernández Iradi, y de instruir y transmitir órdenes a nuevos etarras para cometer cuatro atentados.
En concreto, los atentados en los que perdieron la vida el presidente de la patronal guipuzcoana, José María Korta, el director financiero de El Diario Vasco, Santiago Oleaga, el subcomisario de la Ertzaintza, Mikel Uribe, y en el que resultó mutilado el periodista Gorka Landáburu.