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Netanyahu escoge a un hombre de confianza para la cartera de Economía

  • El próximo primer ministro israelí designa a Yuval Steinitz ministro de finanzas
  • Este martes dará a conocer su gabinete, en coalición con laboristas y ultraderecha
  • El laborista Barak será ministro de Defensa y el 'ultra' Lieberman, jefe de la diplomacia

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El próximo primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, nombrará a un hombre de su más estrecha confianza, Yuval Steinitz, como ministro de Economía de su gobierno, que se dará conocer este martes, según ha informado la cadena de televisión israelí Channel 1. 

En este ejecutivo también estarán el líder de la ultraderecha, Avigdor Lieberman, previsiblemente como ministro de Asuntos Exteriores, y el del partido Laborista, Ehud Barak, que ocupará la cartera de Defensa tras lograr el visto bueno de su partido para entrar en el ejecutivo derechista de Netanyahu.

Netanyahu, que ya fue primer ministro a finales de los noventa, no logró la victoria electoral en los pasados comicios legislativos, pero su crecimiento en número de diputados le situó en una posición privilegiada para formar gobierno con el apoyo de la ultraderecha y de los partidos ultraortodoxos.

Por este motivo, el presidente del país, Simón Peres, le encomendó la tarea de formar gobierno antes que a Tzipi Livni, de Kadima, que renunció a entrar en un gobierno presidido por Netanyahu.

Con un ejecutivo dominado por la ultra derecha y los partidos religiosos, el nuevo gobierno de Netanyahu tendrá como reto evitar el conflicto con Estados Unidos y la Unión Europea, en contra de la política de expansión de asentamientos por la que apuestan los socios del nuevo primer ministro.

Sin embargo, fuentes oficiales, diplomáticos y analistas predicen que Netanyahus erá capaz de escapar del aislamiento 'aflojando' la mano en las negociaciones sobre una solución de dos estados, abriendo conversaciones de paz con Siria y dejando claro a las potencias mundiales que toma sus propias decisiones, más allá de lo que haga o diga Lieberman.

En concreto, se considera que Netanyahu le dará a Estados Unidos lo que quiere, incluyendo menos controles israelíes que estrangulan el crecimiento económico de Cisjordania.