Rajoy exige a Zapatero una rectificación para 'arrimar el hombro' contra la crisis
- Considera "poco patriota" llegar a un acuerdo con la política actual de Zapatero
- Dice que el INEM no sirve para encontrar trabajo y pide la colaboración privada
- Se niega a tomar más medidas en su partido por la corrupción si no hay pruebas
- Con un tono conciliador, destaca la sintonía con el ejecutivo en política antiterrorista
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"Estoy dispuesto a llegar a un acuerdo con el gobierno en materia económica". Con esta frase y ante la insistencia de tres ciudadanos seguidos en Tengo una pregunta para usted, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha abierto la puerta a consensuar la política económica con el ejecutivo en temas como las cajas de ahorro o las ayudas a pymes y autónomos.
Eso sí, de partida exige "una rectificación" de una política económica que él considera "mala para España".
Con traje gris y un trato cercano a los más de treinta ciudadanos que le han preguntado, el presidente del PP ha un panorama en el que su partido se presenta más como una alternativa centrista y dispuesta a pactar, y ha puesto como ejemplo de este espíritu su actual coincidencia con el gobierno en la lucha contra el terrorismo tras rectificar su política.
Tranquilidad con las cajas
Por eso, la primera pregunta, realizada por un empleado de banca de Sevilla, le vino como anillo al dedo. Le pidieron que dijera tres cosas que hizo bien el PSOE y no dudó ni un momento en pronunciar la primera. "Se está haciendo una política antiterrorista que a mí me gusta".
Más aún, frente a las palabras pronunciadas por su portavoz de Economía, Cristobal Montoro, en las que vaticinaba la caída de otras entidades financieras tras la de la Caja Castilla La Mancha, Rajoy ha querido transmitir tranquilidad.
"Lo que ustedes tengan en el banco está garantizado", le ha querido dejar claro a una ciudadana de Valladolid, preocupada precisamente por la extensión de la insolvencia a otras cajas.
En este tema ha sido el primero en el que Rajoy ha ofrecido un pacto al presidente del Gobierno, aunque ha pedido al ejecutivo "transparencia" y que "diga la verdad".
A la tercera
A la segunda, un jubilado de Cádiz ha logrado sacarle un poco más. "Yo estoy dispuesto", ha comentado genéricamente ante la petición de dejar las diferencias de lado y arrimar el hombro en materia económica.
Para Rajoy, el problema es doble: que los socialistas han 'vetado' sus propuestas en el Congreso, entre las que ha detallado la rebaja del impuesto de sociedades, revisar los módulos de los autónomos y dar a los ayuntamientos un crédito del ICO para pagar sus deudas.
Sin embargo, el factor decisivo es que no puede apoyar medidas en las que no cree. " Si yo apoyara las decisiones que el gobierno toma en materia económica estaría haciendo un flaco favor al país", se ha defendido ante la insistencia de una tercera ciudadana, que ha comparado ese eventual pacto en materia económica con lo ocurrido en el País Vasco.
Finalmente, Rajoy ha accedido a pronunciar con todas sus letras la palabra pacto, pero a cambio ha pedido al ejecutivo "una rectificación" y "que escuche a los demás".
De hecho, ha utilizado los acuerdos actuales contra el terrorismo y en el País Vasco para dejar claro que sí pacta con los socialistas cuando está de acuerdo con ellos. "
"Vamos a apoyar a los socialistas en Euskadi porque allí se habla de España", ha recalcado en relación al pacto entre PSE y PP en Euskadi, que este lunes ha sido ratificado por los populares vascos. El paro, un arma de doble filo
Un capítulo aparte merece para Rajoy el tema del empleo, tanto que ha vuelto a subrayar que, si gana las elecciones de 2012, el tema prioritario de su acción de gobierno será "la lucha contra el paro". Así se lo ha dicho a un desempleado de Zaragoza, que le ha dibujado un panorama con cuatro millones de parados a los que se le acaba el subsidio.
"Para lo fácil vale cualquiera, pero para lo difícil hay que echarle un par de narices", ha remarcado Rajoy crecido.
Sin embargo, precisamente esa respuesta le ha valido el momento más tenso del programa, cuando un fontanero de Madrid le ha sacado a colación unas palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, sobre las políticas activas de empleo y el papel de las autonomías en la lucha contra el paro.
"El INEM hoy en día no es útil para lograr empleo y debería abrirse a la colaboración privada", ha terminado contestando el líder de la oposición, que ha defendido que, digan lo que digan los dirigentes autonómicas, la responsabilidad "la tiene el gobierno de la nación".
Contrario a castigar 'sin pruebas'
Más cómodo, incluso con un cierto punto irónico, ha estado al hablar de dos temas que le han traido de cabeza en los últimos tiempos: el espionaje y la corrupción.
"No puedo acusar a nadie sin saberlo", ha respondido a dos preguntas en las que se ha esforzado en subrayar que la mayoría de la gente que se dedica en la política es "honesta y decente".
"Es letal para una persona castigarla sin pruebas", ha subrayado, y ha ido aún más allá en el caso del diputado Federico Trillo, ministro de Defensa cuando se produjeron las identificaciones erróneas de los soldados que murieron a bordo del Yak-42.
"Por un error una persona puede dejar su cargo pero no quedar inhabilitado para la vida política", ha concluido el presidente del PP.
Desde luego, según los ciudadanos y el propio Rajoy su presencia en Tengo una pregunta no le inhabilita para ganar las elecciones en 2012. Los primeros le han dado su aprobado masivamente, mientras el segundo dice que ha salido de allí "muy satisfecho".