'Sorry, I don't speak languages'
- Ninguno de los presidentes de la Democracia habla idiomas extranjeros
- Zapatero ha dado algún tropiezo con el inglés y maneja algo mejor el francés
- Aznar era el rey del mimetismo y llegó a hablar inglés con acento texano
- González prefería el francés para sus encuentros internacionales
- Ni Suárez ni Calvo Sotelo alardearon de los idiomas, su política se cocinó en casa
Después de que Mariano Rajoy reconociera abiertamente en el programa de La 1 de TVE 'Tengo una pregunta para usted' que no habla inglés, hemos querido dar un repaso al esacaso dominio de lenguas que han tenido los presidentes españoles desde el incio de la democracia. Todos ellos, sin excepción y a pesar de la diversidad de ideologías, tienen una cosa en común: siempre viajan acompañados por intérpretes altamente cualificados.
En más de un aprieto se ha visto José Luis Rodríguez Zapatero al no saber inglés. Ni entiende, ni habla, ni escribe en la lengua de Shakespeare. El mayor 'tropezón' que ha dado a causa de esta carencia ocurrió tras un encuentro con el ex primer ministro británico Tony Blair, en 2005.
Al ser preguntado por una periodista inglesa si podía describir en inglés cómo había sido la reunión, él simplemente contestó "Thank you" y mantuvo como pudo la compostura, sin saber bien qué acababa de ocurrir.
Pese al poco éxito que tiene, Zapatero se ha esforzado y mucho para dominar el inglés. Desde que fue elegido secretario general del Partido Socialista, ha recibido clases cada mañana, a cargo de un profesor indio que acudía a la sede de Ferraz.
Algo más cómodo se encuentra el líder socialista con el francés, una lengua que habla y, sobre todo, entiende. Causó sensación en marzo de 2005, cuando dio un discurso en la Asamblea Francesa. Un par de tropiezos en la pronunciación le llevó a continuar en español.
Aznar, pronunciación con sabor texano
Su antecesor en el cargo, José María Aznar, fue el rey del mimetismo. Se atrevió a pronunciar en inglés hasta con acento texano y su "estamos trabajando en ello" junto a su amigo George Bush aún perdura en el recuerdo de muchos. Tras el dejar el cargo como jefe del Ejecutivo, intensificó sus esfuerzos para dominar este idioma.
Sólo seis meses después de salir de la Moncloa, debutó en Georgetown como profesor y se estrenó con un discurso no exento de voluntad, aunque de poco éxito.
Lo último ha sido presentar en francés un estudio de la fundación que ahora preside, FAES. Antes ya mostró sus dotes con el italiano, aunque su amistad con líderes anglófonos, como Tony Blair, le han permitido practicar el inglés más habitualmente.
Durante los años de Gobierno de Felipe González, el andaluz prefirió el francés para expresarse en las cumbres internacionales. La prensa de la época ironizaba con que González bromeaba con Miterrand en un francés con reminiscencias de Suresnes y los ministros alardaban de hablar dos o más idiomas. "Una bella mentira" para los 'populares' de aquella época.
Ni Adolfo Suárez ni Calvo Sotelo 'fardaron' nunca de hablar idiomas, claro que en su época la mayor parte de la política se cocinaba en casa.