El Banco de España inspeccionó CCM dos veces en 2008 y le recomendó una fusión
- La entidad reguladora advirtió del riesgo inmobiliario al que estaba expuesta
- El Banco de España la consideraba una entidad "de seguimiento especial"
- CCM necesitaba incrementar el saneamiento y gestionar mejor la morosidad
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La Caja Castilla La Mancha (CCM) fue sometida a dos inspecciones por el Banco de España en 2008, en las que avisó a sus administradores de que había un "importante volumen de riesgo" por el "deterioro de la calidad crediticia", y les recomendó que la caja se integrase con otra entidad. Las negociaciones con la malagueña Unicaja finalmente no llegaron a buen puerto y sus gestores no redujeron su exposición al riesgo.
Así lo ha explicado en el Congreso el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien ha señalado que detectaron un peligro en el control de riesgos de la caja, a la que se consideraba una entidad "de seguimiento especial".
La entidad reguladora recomendó el año pasado un mayor rigor en la gestión de CCM por el "empeoramiento de la actividad crediticia" y la financiación "excesiva" a la actividad de promotores inmobiliarios y desde 2003 pidió a sus directivos que reflexionasen sobre el volumen de financiación la actividad promotora debido al elevado riesgo que comportaba.
El gobernador ha indicado en su intervención en la Comisión de Economía, sin embargo, que la intervención de CCM ha permitido a la entidad "seguir operando con normalidad y cumplir con todas sus obligaciones y compromisos de caja".
Fernández Ordóñez justifica la decisión de intervenir en CCM en la "voluntad" del organismo supervisor de "evitar que problemas individuales" de una entidad "degeneren de tal manera" que afecten al resto de bancos y cajas del país.
Sin agujero patrimonial
El gobernador reafirma su seguridad en que Caja Castilla La Mancha "hará frente a todos sus compromisos con depositantes y acreedores", e insiste en que la entidad no tiene "ningún agujero patrimonial" y "sus activos son superiores a sus deudas".
Ordóñez ha avanzado que su intención es administrar la entidad "el menor tiempo posible para buscar una salida ordenada a la misma" y que la viabilidad del negocio futuro de la entidad puede lograrse "de diferentes maneras", entre las que cita, por ejemplo, la fusión con otras entidades.
"La respuesta a estas opciones intentará ser rápida, pero no inmediata y requerirá de la colaboración de instituciones, empleados y acreedores" ha apuntado.
El análisis que están acabando el Banco de España y los auditores sobre las cuentas de la caja de 2008 permite predecir que registrará pérdidas "importantes", aunque asegura que son "sustancialmente inferiores" a algunas de las cifras manejadas públicamente estos días y que barajaban 800 millones de euros.
La caja presentó unas cuentas a la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) el pasado marzo que reflejaban que un beneficio de 29,8 millones en 2008, un 87,1% menos que un año antes.
Unas cifras que, sin embargo, no son válidas porque no fueron firmadas ni por el Consejo de Administración ni por los auditores y que, tras lo reconocido por el gobernador, no reflejaban la situación real de la entidad.
Críticas del PP
El portavoz económico del grupo popular, Cristóbal Montoro, ha lamentado que no se produzca la comparecencia conjunta del Gobierno y del Banco de España para explicar la intervención de CCM y ha reprochado a Ordóñez su falta de explicaciones en su intervención del pasado 25 de febrero.
Montoro recuerda que hace cinco semanas el gobernador evitó referirse a "entidades concretas" que podrían tener problemas y le ha pedido que reconozca que se equivocó.
El portavoz del PP ha subrayado que las cuentas de la caja manchega "no cuadraban" y que en lugar de ser una novia con "un ajuar" en referencia a una posible fusión, CCM arrastraba una pesada "carga". También se ha referido a la "desaparición" del auditor de las cuentas de la caja intervenida.
Cambios normativos
El gobernador del Banco de España ha subrayado que vería como "positivos" ciertos cambios en la legislación sobre el sistema financiero.
Entre ellos, habló de la posibilidad de que las cajas puedan ampliar sus recursos más fácilmente, lo que consideró "fundamental" para agotar "todas las soluciones privadas" al problema de una entidad "antes de pedir recursos al contribuyente".
También reclamó un cambio "institucional" que, "siguiendo el modelo del fondo de garantía de depósitos", permita al sistema financiero y a su supervisor cumplir con los requerimientos de estar en la Unión Económica y Monetaria "sin que sea necesario convocar un Consejo de Ministros cada vez" que haya que intervenir una entidad.
También consideró que en la "reestructuración ordenada de las entidades" debe existir máxima transparencia, de forma que, "manteniendo la discreción" que debe haber en este tipo de operaciones, se garanticen "todos los procedimientos de rendición de cuentas que se consideren necesarios".