Las agencias de viajes tiran de oferta para amortiguar la crisis en Semana Santa
- La ocupación hotelera en España será del 75%, 10 puntos menos que en 2008
- Las agencias han tenido que combatir la crisis con mejores precios y más servicios
- Las escapadas rurales y las estaciones de esquí han incrementado la demanda
- En el otro lado de la balanza están los destinos procesionales, que han bajado
El turismo en Semana Santa no se va a resentir por la crisis económica tanto como estaba previsto. Caen las contrataciones, los desplazamientos y la ocupación hotelera, sí, pero en menor medida de lo que se esperaba.
Y es que las agencias de viaje han intentado combatir la mala situación económica con mejores precios y más servicios de cara a complacer a un cliente mucho menos animado que antaño a la hora de pasar la Semana Santa lejos de casa.
Las previsiones indican que la ocupación hotelera media en España será esta Semana Santa del 75%, lo que supone un 10% menos que el pasado año.
No obstante, los profesionales esperan que a última hora se produzca un repunte, algo que suele ser habitual todos los años.
Claro que los empresarios del sector destacan que estas cifras relativamente aceptables se han logrado gracias a su propio esfuerzo económico, ya que los hosteleros han aplicado descuentos de entre el 12% y el 15% en los establecimientos urbanos y de entre un 5% y un 8% en los vacacionales.
Las vacaciones, producto de primera necesidad
Según ha asegurado a RTVE.es Rafael Gallego, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes, los españoles han cambiado en los últimos años la percepción que tienen de las vacaciones y actualmente las consideran "un producto de primera necesidad y perecedero".
"Podemos aplazar la compra de un coche o de un nuevo electrodoméstico, pero sabemos que las vacaciones hay que disfrutarlas cada año", dice el presidente de la federación de empresarios de agencias de viajes.
Por esta razón, Gallego considera que el sector turístico "no está en crisis, sin perder de vista el panorama económico que atravesamos, y desde hace tiempo se ha adaptado a las circunstancias".
"Antes las ofertas aparecían pocos días antes de Semana Santa y ahora se han ofrecido hasta con mes y medio de antelación", asegura Rafael Gallego.
Un cliente avispado ha podido encontrar este año auténtico chollos por unos cientos de euros.
Además, muchos turistas se han encontrado esta temporada con la agradable sorpresa de servicios añadidos en la compra de sus paquetes, como comidas incluidas, excursiones adicionales, balnearios y otras comodidades que en otros tiempos debían abonar aparte.
Suben las escapadas rurales
En cuanto a los destinos, este año se ha incrementado el interés de manera especial por las escapadas rurales y las estaciones de esquí, que han ganado la partida a los destinos tradicionales de Semana Santa, según la encuesta elaborada por el portal especializado MuchoViaje.com.
La encuesta especifica que hasta el 27% de los españoles que han realizado reservas han optado por destinos rurales, combinados con actividades como la aventura y la gastronomía.
En cuanto al esquí, las estaciones están llenas de nieve por lo que la mayoría sigan abiertas. Esto ha hecho que la ocupación hotelera en las estaciones españolas esté prácticamente al completo, como es el caso de Sierra Nevada.
Por supuesto, la playa sigue ocupando buena parte de las preferencias de los españoles, aunque en menor medida que en años anteriores.
Prueba de ello es que regiones como Baleares o Canarias no están llegan ni al 75% de ocupación que establece la media nacional. El incremento del coste de los vuelos puede estar detrás de esta caída en dos destinos típicos de estas fechas.
Las grandes perdedoras este año parece que serán las ciudades con mayor tradición de Semana Santa, ya que las previsiones de MuchoViaje.com indican que las reservas descenderán una media de 14% en lugares como Sevilla, Málaga, Córdoba, Granda, Zamora o Toledo.
En cuanto a los viajes al extranjero, bajan los destinos exóticos y de largo recorrido y aumenta la demanda de reservas en capitales europeas, especialmente Londres, por la caída de la libra frente al euro.