Se intensifica la erupción del Llaima en Chile, que expulsa una columna de humo de siete kilómetros
- Ya han sido evacuadas 83 personas y se ha decretado la alerta roja
- El volcán está registrando explosiones constantes de material incandescente
- Es posible la formación de avalanchas volcánicas y deslizamientos de barro
- El Llaima está considerado uno de los volcanes más activos de Suramérica
El volcán chileno Llaima, que ha vuelto a entrar en erupción el viernes pasado, ha expulsado una columna de gases y cenizas de más de 7.000 metros de altura y 100 kilómetros de extensión, lo que ha obligado a evacuar ya a 83 personas, informan fuentes oficiales.
Las autoridades han decretado la alerta roja en ocho municipios cercanos al volcán a raíz de los riesgos asociados a la generación de lahares, que son deslizamientos de barro resultado de la mezcla de ceniza volcánica y escombros con agua, que pueden provocar un aumento del caudal del río Calbuco.
El Llaima, situado en la región de La Araucanía, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago de Chile, ha intensificado su actividad eruptiva desde mayo de 2007 y está considerado uno de los volcanes más activos de Suramérica.
El ministro del Interior en funciones, Patricio Rosende, quien se ha desplazado a La Araucanía, ha encabezado una reunión del comité de operaciones de emergencia que ha inspeccionado la ribera del río Calbuco, que ha aumentado su caudal por la caída de material volcánico.
Según informa la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), también se observa un aumento inusual del caudal del río Captrén a causa de un lahar que ha cortado el camino de acceso desde la localidad homónima hacia el Parque Conquillío, en cuyo interior se alza el Llaima.
El volcán, de 3.210 metros de altitud, mantuvo su actividad durante la noche del sábado con explosiones, flujos de lava y emanaciones de gases y cenizas que han formado una columna de humo que alcanza siete kilómetros de altura y cien de extensión.
Miembros del Servicio Nacional de Geología y Minería han constatado "el aumento de la intensidad de la erupción" y la presencia de tres corrientes de lava que descienden por el flanco oeste del volcán tras sobrevolar la zona. También se observaron derrames de material incandescente de hasta dos kilómetros hacia el noroeste y la generación de flujo de piroclastos hacia la vertiente occidental, además de dos corrientes de lava que desembocan en el río Calbuco, cuyo caudal se ha incrementado provocando la caída de un puente de madera de 25 metros en el sector Danubio, a unos 12 kilómetros del cráter.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Emergencias, las condiciones meteorológicas en la zona presentan este domingo cielos cubiertos y chubascos, lo que impide tener una visión de la situación del volcán.
Policías y bomberos han reforzado el patrullaje de la zona y supervisan de forma constante el río Calbuco, mientras se mantiene la alerta roja en las localidades de Vilcún y Curacautín por riesgos de lahares y la amarilla en Cunco, Melipeuco y Lonquimay.
El vulcanólogo del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín) Hugo Moreno ha explicado que fueron los vecinos de Melipeuco y Cherquenco quienes alertaron de la situación, al tiempo que los sismógrafos detectaron también un aumento de la actividad.
Según Moreno, esta reactivación forma parte del proceso eruptivo iniciado en mayo de 2007 y que ha tenido periodos muy intensos en enero, febrero y marzo de 2008, pero había disminuido su fuerza desde mediados del año pasado.