Los relámpagos anticipan la fuerza de los huracanes
- Un estudio dice que la fuerza máxima viene precedida un día antes de relámpagos
- Los autores creen que serviría para un sistema de alerta temprana
- Los relámpagos, a diferencia de los vientos huracanados, son sencillos de medir
La fuerza máxima del viento en un huracán viene precedida en la mayoría de los casos de una gran intensidad de relámpagos un día antes, según un estudio de los 58 mayores huracanes registrados entre 2005 y 2007, que sugiere que éste puede ser un buen sistema de alerta temprana.
El profesor de ciencia atmosférica Colin Price y sus colegas de la Universidad de Tel Aviv, que publican los resultados de su investigación en Nature Geoscience, afirman que este conocimiento puede ser una poderosa herramienta para pronosticar el comportamiento de estas tormentas.
"La evolución de la intensidad de un huracán, hasta ahora difícil de predecir, es crucial para los sistemas de alerta temprana", aseguran.
Relación entre actividad eléctrica y viento
Los científicos han analizado los 58 huracanes de fuerza 4 y fuerza 5 registrados en el mundo entre 2005 y finales de 2007, en los que los vientos alcanzaron una velocidad de más de 114 nudos (210 kilómetros por hora).
"En más del 70% de los casos el máximo nivel de actividad eléctrica precedió en un día a la máxima intensidad del viento", ha recalcado Price. Además, en el 55% se comprobó una correlación positiva entre la actividad de los relámpagos y las velocidades del viento en los huracanes en un periodo de tiempo de unas 30 horas.
Según los autores, la actividad eléctrica está relacionada con un aumento de la convección que incrementa la humedad en la troposfera y produce a su vez una intensificación de la fuerza del viento.
Difícil medición
Aunque hoy en día se puede predecir con bastante fiabilidad la trayectoria de un huracán, es más difícil anticipar su intensidad, debido a que los huracanes pasan la mayor parte del tiempo sobre los océanos, por lo que es difícil obtener datos antes de que toquen tierra. Aunque se utilizan radares e imágenes por satélite, la observación in situ sólo es posible con aviones que atraviesan la tormenta, un sistema extremadamente caro y que no siempre es posible debido a motivos de seguridad.
La frecuencia de los relámpagos puede en estos casos ser el único parámetro fiable, según Price, quien afirma que la actividad eléctrica puede ser medida continuamente desde cualquier punto del globo, a grandes distancias del lugar donde se produce el huracán.
Para ello ya existen algunas redes electromagnéticas de baja o muy baja frecuencia a nivel regional, ha explicado el científico, y recientemente se ha puesto en marcha una red mundial, el World Wide Lightning Location Network, que de momento sólo se utiliza para investigación.