Enlaces accesibilidad

Miles de personas pasan la noche a la intemperie en medio de las réplicas sísmicas en L'Aquila

Por
La búsqueda de supervivientes en Italia no cesa 24 horas despues de la tragedia

Miles de personas pasan la noche a la intemperie en la provincia de L'Aquila  (centro de Italia), 24 horas después del terremoto  que ha causado la muerte a más de 150 personas, mientras la búsqueda de supervivientes sigue sin descanso. Según la agencia Reuters, se teme que haya 250 desparecidos.

Los bomberos han rescatado a más de 100 personas con vida --dos de ellas en las primeras horas de este martes-- de entre los escombros de los más de 10.000 edificios que se han derrumbado, según las autoridades, que calculan que entre 50.000 y 100.000 personas se han quedado sin casa en esta zona de la región montañosa de los Abruzos [ ver mapa].

Para acoger a las personas que se han quedado en sus pueblos se han habilitado varios polideportivos, estadios y hasta comisarías, además de un campamento de tiendas de campaña para unas 20.000 personas en L'Aquila, aunque pueden haber quedado mucha gente en la calle o en coches en unas condiciones muy duras: la temperatura es baja (unos 4 ºC) y hay humedad tras la lluvia que cae a ratos.

Además, la mayoría de la gente salió de casa con lo puesto y no se les ha permitido regresar por precaución ante el delicado estado de los edificios que han quedado en pie. El corresponsal de Radio Nacional en Roma, Iñaki Díez, ha relatado que L'Aquila (70.000 habitantes) es ahora una  "ciudad fantasma", en la que el silencio sólo es roto por los teléfonos que suenan en las casas vacías y por los equipos de emergencias.

Aunque de vez no son las máquinas las que mueven los cascotes, sino las réplicas más o menos potentes que se sienten a cada rato. Según el diario Il Messagero, a la 01.15 de la madrugada se ha registrado un temblor de una magnitud 4,8.

"El rescate continuará día y noche", ha anunciado el ministro del Interior, Roberto Maroni, mientras el jefe del Ejecutivo, Silvio Berlusconi, volverá a visitar este martes la zona. Las tareas de rescate son lentas, mientras avanzan las identificaciones de los fallecidos, que ya se acercan al centenar. 

Desolación

Los hospitales han informado de que hay más de 150 muertos, pero las autoridades han admitido que el balance seguirá creciendo, sin precisar el número de desaparecidos. La agencia Reuters, que no cita sus fuentes, dice que "se teme que haya más de 250 desparecidos". Las posibilidades de recuperar a heridos descienden con el paso de las horas.

De momento se cuentan unos 1.500 heridos, muchos de los cuales han tenido que ser trasladados a centros sanitarios de otras regiones ya que el hospital de L'Aquila está desbordado y también se ha visto afectado por el temblor.

El terremoto, de magnitud entre 5,8 y 6,3 en la escala Richter, tuvo su epicentro en las afueras de L'Aquila, pero se sintió con intensidad en gran parte del centro del país, incluida Roma, a unos 95 kilómetros al suroeste.

Según los medios locales, pueblos enteros han quedado borrados del mapa. "No sé cuántas personas han quedado bajo los escombros. Hay pueblos destruidos casi por entero", ha dicho una vecina.

Los 27 españoles que se encontraban en el lugar del terremoto, según la embajada, han sido evacuados  ya. La mayoría eran estudiantes del programa Erasmus que pasaban el curso en esta ciudad universitaria y un primer grupo de 17 ha llegado ya a España. "Algunos hemos perdido todo lo que teníamos", ha explicado uno de ellos a su llegada a Barajas de madrugada.

El temblor de las 3.30 del lunes 6 de abril del 2009 ya ha pasado a la historia como uno de los más graves  de la historia moderna del país, y el más mortífero desde 1980. Sólo unos kilómetros al sur de L'Aquila, en Avezzano, tuvo lugar en el año 1915 el último terremoto devastador que causó más de 30.000 muertos.

Además, como en 1997 cuando un seísmo destruyó parte de la cúpula de la Basílica de Asís (en la cercana región de Umbría) de gran valor artístico por sus frescos, en esta ocasión también se han registrado daños en varios monumentos de L'Aquila, una ciudad fundada en el siglo XIII y rodeada de murallas romanas. Entre los edificios de valor dañados figuran varias iglesias barrocas y un palacio del siglo XV.

Para la reconstrucción de los edificios particulares, según una primera estimación del Gobierno, serán necesarios unos 1.300 millones de euros.