El arquitecto suizo Peter Zumthor gana el premio Pritzker
- Galardonado con una medalla de brocne y 100.000 dólares, es el 'Nobel de la arquitectura'
- Zumthor, de 65 años, es un arquitecto alejado del foco mediático y comercial
- Entre sus obras más conocidas están el balneario de Vals o el museo Kolumba de Colonia
El arquitecto suizo Peter Zumthor, autor de edificios como el balneario termal de Vals, las casas gemelas Raeth o el museo Kolumba en Colonia, ha sido galardonado este domingo con el premio Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura. Zumthor, un arquitecto meticuloso que desdeña los proyectos mediáticos y comerciales, es el tercer suizo en lograr esta distinción.
La mayoría de sus trabajos se encuentran en la región de los Alpes suizos, donde Zumthor, de 65 años, vive y trabaja prácticamente recluido desde hace tres décadas en la localidad de Haldenstein, en el cantón de Graubuenden. En Suiza se encuentra su obra más conocida, el balneario de lujo de la localidad de Vals, que abrió en 1996 después de una década de construcción, ya que está compuesto por 60.000 piezas de cuarzo de precisión milimétrica, en lo alto de una colina y rodeado de las crestas alpinas.
Dos de sus trabajos en Alemania evocan una espiritualidad similar, el museo Kolumba de la Archidiócesis de Colonia, terminado en 2007,y la austera Capilla del Hermano Klaus, situada en una granja en Mechernich. En Austria, diseñó el Kunsthaus Bregenz Museum.
Pocas y seleccionadas obras
Sin embargo, Zumthor no ha erigido ningún edificio en Estados Unidos o Gran Bretaña, de donde proceden la mayoría de los ganadores del premio Pritzker, otorgado desde 1979 por la familia homónima y que premia a arquitectos vivos cuyos proyectos, entre otros aspectos, suponen "contribuciones consistentes y significativas a la humanidad".
Tampoco acepta proyectos de grandes edificios comerciales ni de elevados presupuestos. "Si hiciera una casa de montaña para una persona rica, para ella sólo es una casa de montaña y para mí son tres años de mi vida. Así que tengo que ser cuidadoso", ha declarado.
La escasez de su obra, así como los años de trabajo que emplea en cada proyecto, le han convertido en una especie de héroe para una industria en la que los arquitectos-estrella ocupan titulares y obtienen lucrativos proyectos para edificar lo que Zumthor describe como "bellas imágenes". "Yo estoy más por las cosas reales, con sustancia", añade. "Es por eso por lo que tardo un poquito más", se justifica.
Presencia imponente
"Sus edificios tienen una presencia imponente, demuestran el poder de una actuación juiciosa, mostrándonos una y otra vez que la modestia en el acercamiento y la audacia en el resultado final no son excluyentes", argumenta el jurado del Pritzker, compuesto por ocho arquitectos internacionales y mecenas del arte.
El premio, que el año pasado recayó en el francés Jean Nouvel y en 2007 en los suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, autores del Nido de Pekín, está dotado con una medalla de bronce conmemorativa y 100.000 dólares, y se entrega cada año en un lugar diferente. Zumthor lo recibirá en el Ayuntamiento de Buenos Aires el próximo 29 de mayo.
Por el momento, y abundando en su discreción, Zumthor considera que la publicidad es importante, aunque ha descartado difundir un comunicado por el premio "dado que solo hago unas paredes y un tejado". "Quiero decir, esperemos un poco", ha declarado, "trabajemos un poco y los edificios hablarán por si mismos".