Obama sólo financiará la investigacion con células madre de embriones donados
La administraci
La administración Obama ha decidido levantar algunas pero no todas las restricciones a la investigación con células madre. Todavía es un borrador, que se finalizará el próximo día 7 de julio, pero limita la financiación pública a la investigación de aquellas cepas que provengan de los embriones desechados en las clínicas de fertilidad.
Han pesado más las razones políticas que las científicas. El apoyo del Gobierno no se extiende a las células obtenidas de embriones creados ex profeso. Para investigación o para clonación. La ley federal prohíbe el uso de fondos públicos para crear o destruir embirones humanos, pero permite la financiación privada.
Algunos científicos creen que las restricciones podrían limitar el cultivo de órganos para transplantes, ya que sólo sería viable mediante clonación terapéutica o transferencia del núcleo al ovocito.
En cualquier caso, la financiación federal sólo se concederá a aquellos embriones creados con propósitos reproductivos. Los donantes deben ser informados de los posibles usos de los embriones. Lo que paradójicamente, podría invalidar algunas de las líneas de investigación que aprobó Bush. Una puerta entornada pero no abierta del todo
El enfoque de Bush en 2001 fue autorizar con restricciones la financiación pública para investigar sobre 21 cepas de células madre, las que se conocían entonces. La llave para sortear los límites legales fue un quiebro curioso: los investigadores federales podían realizar su trabajo siempre y cuando no extrajeran ellos mismos las células madre.
Obama ha ampliado la investigación a los cientos de cepas que se conocen en la actualidad y las que se desarrollen en el futuro. Es un apoyo explícito a esta investigación médica y abre la puerta a que se beneficie de los 10.000 millones de dólares que dedica su plan de estímulo económico a la ciencia.
Una investigación prometedora pero moralmente polémica
Las células madre pueden convertirse en cualquier célula del cuerpo humano. Este potencial abre la puerta a terapias para multitud de enfermedades, tales como la diabetes, el Parkinson e incluso la parálisis por lesión medular.
A pesar de las prometedoras expectativas, la investigación con células madres levanta una seria oposición entre todas las personas que consideran al embrión como un ser humano en potencia. Entienden que debe ser protegido como tal y rechazan su destrucción incluso con fines terapéuticos.