El Gobierno de EE.UU. propondrá a España la acogida de siete presos de Guantánamo
- Informe Semanal ha revelado la identidad de tres de los presos
- Decenas de reclusos de Guantánamo están a la espera de que les acoja algún país
- Obama ha mostrado su intención de "mirar hacia adeltante" respecto a caso
El Gobierno de Barak Obama propondrá al Ejecutivo de Zapatero que España acoja a siete de los presos de Guantánamo que se repartirán por distintos países para su acogida.
Aunque inicialmente el Gobierno español había mostrado su disposición a acoger a seis de estos reclusos, Informe Semanal ha podido saber que la petición de EE.UU. elevará esta cifra a siete, que es el número de presos que habían solicitado España como destino para rehacer sus vidas.
Sus abogados han autorizado a TVE a revelar las identidades de tres de ellos, un argelino, un azerí y un tunecino.
De los 241 presos que quedan en Guantánamo, 150 serán enviados a sus países de origen, 40 serán procesados en Estados Unidos y el resto están a la espera de algún país que los acoja.
Obama, dispuesto a "mirar hacia adelante"
Esta noticia se produce al final de una semana en la que Barack Obama se ha mostrado partidario de "mirar hacia adelante" respecto al centro de detención de Guantánamo.
"Soy un firme creyente de que es importante mirar hacia delante y no al pasado y recordarnos a nosotros mismos que tenemos verdaderas amenazas a la seguridad ahí fuera", afirmó Obama en una entrevista concedida a la cadena CNN en Español.
Obama ha mostrado durante estos días su convencimiento de que Guantánamo tiene que cerrarse y que algunas de las técnicas de interrogatorio "son torturas".
El presidente norteamericano ha señalado que EE.UU. publicará los memorandos que recogen los métodos autorizados para realizar interrogatorios a terroristas. En cambio, ha descartado acciones judiciales a los trabajadores de la CIA que usaron esos métodos.
La CIA reconoció haber utilizado técnicas como la asfixia simulada que supone atar al preso de pies y manos, cubrirle su cabeza y tirarle agua para producirle la sensación de ahogo suficiente para creer que va a morir.