Los líderes latinoamericanos confían en que con Obama cambie la política exterior de EE.UU.
- Obama ha reiterado su voluntad de una nueva colaboración con América Latina
- Los gobernantes sudamericanos se han lamentado de políticas pasadas
- "Tengo mucho que aprender y muchas ganas de escuchar", ha dicho Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha reiterado este sábado su voluntad de una nueva colaboración con América Latina en una reunión en la que los gobernantes sudamericanos se han lamentado de políticas pasadas y han mostrado su confianza en un cambio en la actitud exterior de EE.UU.
El encuentro, que se ha prolongado durante una hora y cuarto antes de las sesiones plenarias de la V Cumbre de las Américas en Trinidad, ha permitido un "intercambio franco de opiniones" en un clima "educado" y "sin tensiones", según ha dicho un alto funcionario estadounidense.
"Tengo mucho que aprender y muchas ganas de escuchar", ha afirmado el presidente estadounidense.
Una de las grandes incógnitas de la reunión era cómo iba a desarrollarse el tono con Chávez, en el pasado el gran antagonista en la región de la política exterior de EEUU y que llegó a calificar al presidente anterior, George W. Bush, como "el diablo".
Regalo de Chávez a Obama
El tono fue aparentemente cordial. Obama y Chávez intercambiaron palmadas en la espalda y un apretón de manos cuando, después de una intervención del presidente estadounidense, el venezolano se levantó del extremo de la mesa donde se encontraba sentado y le regaló un libro, "Las Venas Abiertas de América Latina", del uruguayo Eduardo Galeano.
Según ha explicado posteriormente Chávez, el libro, una crítica contra la injerencia europea y de EEUU en la región, tenía inscrita la dedicatoria "Para Obama, con afecto". El presidente venezolano ha declarado que su colega es "un hombre inteligente" y quiere convertirse en su "amigo".
Con respecto a un posible acercamiento entre Venezuela y Estados Unidos -enfrentados en los últimos años-, Chávez ha dicho que "no tengo la menor duda" de que existirá ese acercamiento, y ha añadido que "creo que hemos comenzado con buenos pasos".
Pese a ello, ha indicado que no firmará la declaración final de la Cumbre al estar en desacuerdo con la ausencia de Cuba.
Por su parte, preguntado por un periodista sobre la posibilidad de una reunión bilateral con Chávez, Obama ha respondido que "estamos logrando progresos en la Cumbre" de las Américas.
Ambos ya se habían saludado con otro apretón de manos antes de la ceremonia inaugural de la Cumbre de las Américas el viernes.
En tono educado
La intervención de Chávez en la reunión con Unasur, de un par de minutos, ha mantenido un tono "educado", según un alto funcionario estadounidense.
No obstante, como hicieron otros líderes latinoamericanos, ha criticado la política exterior previa de EEUU antes de expresar su esperanza de un cambio tras la llegada al poder de Obama.
El presidente estadounidense ha indicado que la cumbre no debe centrarse en debatir la historia pasada, sino en "avanzar hacia el futuro" y ha reiterado su voluntad de mantener una nueva colaboración en términos de igualdad con la región.
Obama ha asegurado que otros países también deben reconocer el pasado y evitar la "tentación fácil" de culpar a EEUU de todos los males, ha explicado el alto funcionario.
Cuba protagonista
La reunión, en la que se han abordado también cuestiones económicas, energéticas y de inmigración, ha tenido entre sus asuntos principales la situación de Cuba, el país ausente de la reunión como régimen no democrático.
Varios líderes latinoamericanos han exhortardo al presidente de EEUU a normalizar las relaciones con la isla, después de que Obama ordenara el lunes el levantamiento de las restricciones a los viajes y envíos de remesas de familiares a la isla, así como medidas para facilitar las comunicaciones entre EEUU y Cuba.
Según han explicado las fuentes, Obama ha reiterado la posición que ya había expuesto en su discurso inaugural: que Estados Unidos busca un "nuevo comienzo" en su relación con Cuba pero ese cambio no ocurrirá de la noche a la mañana.
Está dispuesto, ha explicado el presidente estadounidense, a mantener un diálogo sobre un amplio abanico de temas, desde los derechos humanos a la inmigración y la economía, pero no a "hablar por hablar".
A lo largo de la jornada, Obama buscará mantener apartes con los presidentes de Haití, René Preval; Chile, Michelle Bachelet; Perú, Alan García; Colombia, Álvaro Uribe, y el primer ministro canadiense, Stephen Harper.