EE.UU. no asistirá a la conferencia de la ONU sobre racismo por discrepancias en su documento final
- Considera que el texto contiene afirmaciones cuestionables que criticarían sólo a Israel
- Estados Unidos lo considera una falta de libertad de expresión
- Hay preocupación de que el encuentro degenere en un debate agrio sobre Israel
El gobierno de Estados Unidos ha anunciado que no asistirá a la Conferencia Mundial contra el Racismo de la ONU, prevista para la próxima semana, al considerar que el documento final que emitirá el encuentro contiene afirmaciones cuestionables que criticarían sólo a Israel y restringirían la libertad de expresión, según ha informado el Departamento de Estado.
La decisión satisfaría a Israel y a los grupos judíos que cabildearon para que se cancelara la participación estadounidense.
En cambio, disgustaría a los defensores de los derechos humanos y a algunos miembros de la comunidad afroamericana, quienes esperaban que Barack Obama, el primer mandatario negro del país, optara por enviar una delegación oficial.
El gobierno había manifestado su deseo de asistir a la reunión que se realizará entre el 20 y el 25 de abril en Ginebra, pero a finales de febrero, advirtió que no se presentaría a menos que se hicieran cambios significativos al texto del borrador.
Algunas revisiones, incluida la retirada de las críticas específicas a Israel fueron negociadas. Pero el Departamento de Estado ha señalado que el texto sigue conteniendo elementos preocupantes, los cuales sugieren el apoyo a restricciones a la libertad de expresión, y otros, imposibles de respaldar para Washington.
"Desafortunadamente, ahora parece claro que estas preocupaciones persistentes no serán atendidas en el documento que será adoptado por la conferencia la próxima semana ", ha señalado Robert Wood, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado. "Por lo tanto, con pesar, Estados Unidos no se unirá a la conferencia de revisión".
Hay muchas preocupaciones de que el encuentro degenere en un debate agrio sobre Israel, tema que ya afectó el último de estos encuentros hace ocho años, especialmente por la asistencia del presidente iraní, quien ha instado a la destrucción del estado.