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El libro que supuso una sentencia de muerte

Por
  • TítuloGomorra
  • Autor: Roberto Saviano
  • Editorial: Debols!llo, Debate (traducción de Teresa Clavel y Francisco José Ramos)
  • Edición: Madrid, 2007
  • Páginas: 325

Adentrarse en el imperio empresarial y delictivo de la Camorra le ha valido una sentencia de muerte. La publicación de Gomorra, un viaje a los entresijos del oscuro mundo de la mafia napolitana, supuso sacar a la luz parte de los secretos del crimen organizado y sus operaciones financieras y sanguinarias, pero también significó la pérdida de libertad por parte de su autor, Roberto Saviano.

Amenazado por la mafia, este joven napolitano de 30 años vive desde 2006 bajo escolta y con protección policial. El impulso que el cine ha dado a su obra no ha hecho más que complicar su existencia en el mundo, una existencia que considera "cercana al infierno".

En Gomorra se desentraña el modus operandi del "Sistema", como se denomina a la Camorra napolitana. Una organización empresarial con ramificaciones en todo el planeta que atiende a sectores tan diversos como la industria textil y el reciclaje de residuos o el negocio la droga y la especulación urbanística.

Una organización con las manos manchadas de sangre y que ha conseguido que en Nápoles, la ciudad más violenta de la Unión Europea y donde campa a sus anchas la economía sumergida, los jefes del clan y los mafiosos sustiituyan en el poder a los políticos, los policías y los bancos.

Con una excelente documentación, Saviano abre al lector las puertas de ese lado oscuro, del que casi nadie se había atrevido a hablar, y alerta sobre la situación en su ciudad natal donde el sueño de muchos niños es entrar en la Camorra.

Cuenta historias tan aterradoras como el descubrimiento de la mujer de un sicario de las actividades de su marido al encontrar la mandíbula de un muerto en su chaqueta. Pero Saviano va más allá, además de contar hechos reales tan espeluznantes, se atreve a dar nombres y apellidos. Él mismo ha dicho que algunas historias son tan literarias (de género de terror, eso sí), que sólo identificando a los personajes se pueden hacer creíbles.