El Papa visita L'Aquila, la región devastada hace tres semanas por un terremoto
- Su primera visita, el pueblo de Onna, devastado el pasado 6 de abril
- El mal tiempo ha hecho que el pontífice se desplace en coche y no en helicóptero
- Benedicto XVI también tiene previsto visitar L'Aquila
- Consulta el mapa interactivo de la tragedia de Los Abruzos
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Benedicto XVI ha llegado a L'Aquila, la capital de la región central italiana de los Abruzos, una de las localidades más afectadas por el terremoto del 6 de abril que se cobró 296 muertos, donde visitó la basílica de Collemaggio y la Casa del Estudiante.
La primera parada en la capital la hizo en la basílica de Santa María de Collemaggio, uno de los templos más afectados por el seísmo, donde se guardan los restos del Papa Celestino V.
San Celestino V es el único Papa que renunció al papado, en 1294. Sus restos se guardan en una urna sobre la que cayó la bóveda central de la basílica, pero no sufrieron daños.
Benedicto XVI entró en la basílica por la puerta santa existente en la misma, acompañado de los bomberos y de Protección Civil, y tras orar unos momentos ante los restos de Celestino V, donó su palio, estola de lana, símbolo del obispo Buen Pastor.
Desde Collemaggio, el Papa se trasladó a la Casa del Estudiante, en el centro de L'Aquila, bajo cuyos escombros murieron sepultados ocho jóvenes, y mantendrá un encuentro con un grupo de estudiantes.
Después visitará la pedanía de Coppito, donde hay un cuartel de la Guardia de Finanzas (policía fiscal y de aduanas), y se reunirá con el alcalde de L'Aquila, Massimo Cialente; el arzobispo, Giuseppe Molinari; párrocos, personal de protección civil, militares, bomberos y vecinos.
Allí pronunciará un discurso y dirigirá unas plegarias y el Regina Coeli, el rezo del mediodía que sustituye al ángelus en tiempo de Pascua. Después regresará al Vaticano.
Primera visita, Onna
El Pontífice, que procedía de la localidad de Onna, primera etapa de su visita a la zona afectada por el terremoto. El Pontífice tenía previsto realizar la visita en helicóptero, pero debido al mal tiempo en Roma y en la región ha tenido que trasladarse en automóvil.
Tras reunirse con los damnificados y rezar por las víctimas, Benedicto XVI ha dicho que llevaba su solidaridad a una "tierra espléndida y herida, que está viviendo días de gran dolor y precariedad".
Benedicto XVI ha recordado en Onna que desde el primer momento ha estado al lado de las víctimas y damnificados y que ha seguido "con aprehensión" todas las noticias sobre el terremoto y los daños causados.
"La Iglesia está toda aquí, conmigo a la cabeza, a vuestro lado, partícipe de vuestro dolor y deseosa de ayudaros a reconstruir casas, iglesias, empresas destruidas o gravemente dañadas", ha afirmado.
El Pontífice ha agregado que se daba cuenta de que a pesar del compromiso de solidaridad manifestado desde todas las partes, "son muchos los problemas que comporta vivir fuera de las casas, en automóviles, en las tiendas, todavía más debido al frío y a la lluvia".
"Animo a todos, instituciones y empresas, para que esta ciudad y esta tierra resurja", ha manifestado el Papa.
Benedicto XVI visita la zona acompañado del subsecretario de la Presidencia del Gobierno italiano, Gianni Letta, mano derecha del primer ministro, Silvio Berlusconi.