Venezuela retira a su embajador en Perú en protesta por la concesión de asilo a Rosales

• Caracas pedía la devolución del líder opositor acusado de corrupción
• La concesión de asilo provoca una nueva crisis diplomática entre los dos países

El Gobierno venezolano ha ordenado el retorno de su embajador en Perú en "protesta" por la concesión de asilo  político al líder opositor Manuel Rosales. 

Caracas ha dicho que la decisión del Gobierno de Perú de conceder asilo político al alcalde de Maracaibo, que huyó de la justicia en su país, "constituye una burla contra el Derecho Internacional, un duro golpe a la lucha contra la corrupción y un agravio contra el Pueblo de Venezuela".

Además de ordenar el retorno inmediato de su nuevo embajador Arístides Medina, el Ejecutivo del presidente venezolano Hugo Chávez va a hacer una "evaluación integral de sus relaciones" con Perú.

Lima ha concedido asilo a Rosales, quien se autodefine como "perseguido político" de Chávez. Este manifestó en numerosas ocasiones su intención de "encarcelar" a su antiguo aliado. Por su parte, Caracas exigía a Perú que lo capturara y devolviera debido al "cúmulo de pruebas" en su contra.

El canciller (ministro de Exteriores) peruano, José Antonio García Belaúnde, ha dicho que la concesión del asilo tenía vigencia indefinida y se basaba en razones humanitarias, y dijo confiar en que no dañaría las frágiles relaciones bilaterales.

En el año 2006, el presidente peruano Alan García  (socialdemócrata) y su colega Chávez (socialista) se cruzaron insultos, lo que condujo a la retirada temporal de sus embajadores.

En Venezuela también recuerdan que Perú ya condedió asilo a otro prófugo, el ex presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, que estaba cumpliendo su pena por "rebelión civil".