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Obama culpa a "un pequeño grupo de especuladores" de la quiebra de Chrysler

  • El Presidente asegura que la bancarrota será rápida y controlada
  • Anuncia que Chrysler y Fiat han firmado su alianza
  • La quiebra no significa la desaparición de Chrysler
  • "Una nueva oportunidad para sobrevivir y prosperar", dice Obama
  • Es la primera vez que una automovilística sigue esta senda desde 1933

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Un vendedor espera a los clientes en un concesionario de Chrysler.
Un vendedor espera a los clientes en un concesionario de Chrysler.

Ya es oficial. Uno de los tres principales fabricantes de coches de Estados Unidos, Chrysler, se acoge a la quiebra "quirúrgica" tras el fracaso de las negociaciones de última hora entre el Departamento del Tesoro y los acreedores del fabricante. Obama ha cargado contra los responsables, a los que ha calificado de "pequeño grupo de especuladores".  En todo caso, ha precisado que el proceso de bancarrota será rápido y controlado.

Las negociaciones entre el Tesoro y el consorcio de acreedores sobre la deuda de Chrysler se han roto a primeras horas de la madrugada después de que un grupo de fondos de alto riesgo rechazasen la última oferta del Gobierno estadounidense. Washington ofrecía 2.250 millones de dólares en efectivo a cambio de que los acreedores renunciarán a casi 7.000 millones de deuda.

"No estoy con ellos", ha dicho Obama. Les ha reprochado que exigieran el doble que otros y que no estuvieran dispuestos a hacer los sacrificios que han aceptado el resto: sindicatos, concesionarios, distribuidores, suministradores. Con todo, el Presidente también ha reconocido que los pasivos de Chrysler hacían insostenible su situación.

Es la primera vez que una compañía automovilística intenta su reestructuración a través de la bancarrota desde que Studebaker la declarara en 1933.

Alianza con Fiat es una nueva oportunidad

Tal como se esperaba, Obama ha hecho hincapié en que la suspensión de pagos no significa la desaparición de ChryslerAl contrario, el Presidente ha anunciado satisfecho que la empresa ha firmado su alianza con Fiat. Una unión que permitirá salvar 30.000 empleos en Chrysler y decenas de miles en el sector. 

Obama asegura que se han dado los pasos necesarios para que Chrysler tenga una nueva oportunidad, no sólo para sobrevivir sino para prosperar. La empresa completará su alianza con Fiat durante el proceso de reestructuración. De hecho, está previsto que los gobiernos estadounidense y canadiense inyecten 4.000 millones de dólares para reflotar la compañía. Washington correría con el 80% de la recapitalización. Además, tras la reestructuración, inyectaría otros 5.000 millones.

Los trabajadores de Chrysler han ratificado ya por amplia mayoría el acuerdo alcanzado entre la empresa y el sindicato mayoritario, United Auto Workers, para reducir las responsabilidades financieras laborales y la cobertura sanitaria. La nueva empresa estará bajo control del sindicato, que tendrá un 55% del accionariado. 

Fiat tendrá al menos un 35% del accionariado a cambio de inyectar miles de millones en tecnología. También gestionará la empresa y nombrará al sustituto del actual presidente, Bob Nardelli. El Gobierno estadounidense contará con un 8% y Canadá con un 2%. El actual accionista mayoritario de Chrysler, el fondo de inversiones Cerberus, no recibirá ninguna participación.

Obama ha recalcado el futuro de la empresa y anima a los ciudadanos a comprar sus coches. "No deben temer por la garantía, la respalda el Gobierno de los Estados Unidos".