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El fiscal pide 38 años para Txapote por intentar asesinar a una concejal del PP en San Sebastián

  • En la vista ha comparecido la propia edil, Elena Azpiroz, y su escolta, que perdió el ojo
  • Los hechos ocurrieron a finales del año 1997
  • El fiscal le imputa dos delitos de asesinato en grado de tentativa
  • La policía ha expulsado de la sala al terrorista Sebastián Lasa, que comparecía como testigo

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La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido 38 años de prisión para el ex dirigente de ETA Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, por el intento de asesinato de una edil del PP en San Sebastián en 1997. En el juicio, el etarra Sebastián Laso, que comparecía como testigo, ha sido expulsado de la sala.

En la vista ha comparecido la propia edil, Elena Azpiroz, y su escolta en aquel momento, José María Lobato, que recibió un disparo cuando se acercó a un coche sospechoso que había levantado las sospechas de su protegida.

El fiscal pide 38 años para Txapote por dos delitos de asesinato en grado de tentativa, además de transporte y colocación de artefactos explosivos, ya que en principio los etarras planeaban atentar contra la edil mediante una motocicleta bomba.

Elena Ezpiroz ha relatado que en la mañana del 5 de diciembre de 1997 vio desde su ventana a alguien que le infundió sospechas, por lo que pidió a su escolta que se acercara a ver qué pasaba.

El propio Lobato ha declarado a su vez que, cuando se acercó al coche que les resultaba sospechoso, supo que "no se trataba de trabajadores" al ver en el suelo una caja que "podía contener un arma larga", y decidió "no empezar un enfrentamiento en el que llevaba las de perder".

Sin embargo, cuando continuó avanzando recibió un disparo a consecuencia del cual perdió la visión del ojo izquierdo.

Después de disparar al escolta, los etarras huyeron dejando abandonado el coche en el que se encontraban con un artefacto en su interior que, al explotar, destruyó completamente el vehículo, causando importantes daños en viviendas y establecimientos de la zona.

Un rifle con mira telescópica

Los terroristas pensaban atentar contra Azpiroz con un artefacto colocado en una motocicleta estacionada a la salida de su domicilio. Sin embargo, las pruebas con el explosivo "no dieron el resultado apetecido", según el fiscal.

Es entonces cuando los terroristas decidieron que un miembro del comando disparara con un rifle de mira telescópica cuando la concejala saliera de su casa.

Lasa es expulsado de la sala

La Policía ha tenido que reducir y expulsar de la sala al terrorista Sebastián Lasa, que comparecía como testigo. El incidente ha comenzado cuando Lasa tras llamar "fascista" al tribunal en euskera ha comenzado a intercambiar gestos de apoyo con Txapote, que seguía la vista desde la "pecera" blindada.

El presidente del tribunal, el magistrado Alfonso Guevara, ha amenazado con expulsarle de la sala. En ese momento, Lasa ha comenzado a cantar el Eusko Gudariak (Himno al soldado vasco), por lo que el juez ha ordenado a los policías que le custodiaban que le taparan la boca y le sentaran.

Al intentarlo los agentes, Lasa se ha resistido por lo que los policías le han sacado por la fuerza de la sala, entre los gritos y palmadas en el cristal de Txapote.

En la vista también han comparecido como testigos otros tres miembros de ETA -Alfonso Sebastián Iriarte, María Cristina Gete y José María Lombide-, además de Sebastián Lasa, que en su día incriminaron al acusado en este atentado en sus declaraciones.

Todos ellos se han negado a declarar, al igual que el propio acusado, alegando que las declaraciones en que le imputaban cuando fueron juzgados por estos hechos las realizaron bajo tortura y amenazas policiales, y que no estaban obligados a hacerlo por ser coimputados en el mismo proceso.

El juez ha respondido, sin embargo, que, según la última jurisprudencia del Tribunal Supremo, los ya condenados por un proceso comparecen en el juicio como testigos y sí están obligados a declarar, por lo que ha advertido a los comparecientes que podría abrírseles procedimiento por su negativa a responder.