Berlusconi culpa a la prensa y a la izquierda de la ruptura de su matrimonio
- En una entrevista a la Rai ha denunciado que se han publicado "cosas falsas"
- Asegura que no hubo "encuentro picante" con una menor en su cumpleaños
- Diversos blogs aseguran que las fotos del evento están trucadas
- Él y su mujer se disputan una fortuna de 6.000 millones de euros
Acabado o a punto de acabar. Así ha definido el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el estado de su matrimonio con Verónica Lario, que lo achaco a las "calumnias" de la prensa y de la izquierda por haber asegurado que frecuenta a menores.
"Francamente, no me esperaba esta tormenta", ha confesado en una entrevista en la cadena de televisión Rai Uno, en la que ha acusado a la prensa de haber publicado "cosas falsas" y ha denunciado haber sufrido "ataques personales basados en la columnia".
"Todo es culpa de la izquierda y de su prensa", ha recalcado.
Y es que Berlusconi ha negado tanto la acusación de frecuentar menores hecha pública por su mujer -algo que ha calificado de "mentira"- y el hecho de que quiera incluir a modelos y actrices guapas y famosas en sus listas para las elecciones europeas -"una invención".
No hubo "encuentro picante"
Sobre el primer caso, Berlusconi ha aclarado que no pudo haber un "encuentro picante" con la joven de 18 años a cuyo cumpleaños asistió porque había mucha gente, se hicieron fotos y estaban sus padres y amigos.
La visita de Berlusconi al cumpleaños de Noemi Letizia -cuyas fotos han sido ampliamente comentadas en foros de internet, donde hay muchas opiniones que aseguran que han sido trucadas- ha sido "la gota que colmó el vaso", según Veronica Lario, de 53 años, que ha iniciado los trámites de divorcio.
El primer ministro ha explicado que aquel día el padre de la chica le llamó "porque quería una cita conmigo y deseaba hablarme".
Berlusconi ha añadido que fue a Nápoles "con antelación para una reunión política que tenía por la tarde y cuando el padre de Noemi me dijo que estaban festejando el cumpleaños de su hija y que el restaurante estaba a sólo tres minutos del aeropuerto de Capodichino, lo verifiqué y como tenía una hora libre, fui".
"Llegué con ocho automóviles, entre policía y escolta, y al entrar enseguida me empezaron a aplaudir. Frente a toda la gente no pude no hacer campaña electoral y entonces comencé a hacerme fotos con todos los que estaban, desde los familiares a los dueños del restaurante", ha detallado.
Posible montaje
Las fotos tomadas en la fiesta serán publicadas mañana por la revista Chi, de la editorial Mondadori y de la que Berlusconi es el principal accionista.
Esas imágenes han sido puestas en tela de juicio por los internautas y de ello se han hecho eco los diarios Corriere della Sera y La Repubblica.
Los internautas hablan de retoques, de fotomontaje, de "creaciones artísticas", de un Berlusconi demasiado en forma para una fiesta, sin sombras y que parece haber sido introducido forzadamente en las imágenes como si fuera "un recortable".
Sin embargo, el primer ministro se ha referido a esa supuesta manipulación de las imágenes diciendo: "es absurda la voluntad persistente del centro-izquierda de atacar al adversario político con acusaciones falsas".
En esa fiesta además, según algunos medios, Berlusconi le habría regalado a la joven -que dicen que llamaba "papi" al primer ministro- un collar con un brillante y ella le entregó su book.
Una fortuna sobre la mesa
Sobre Verónica Lario ha comentado: "a mi mujer la quiero mucho y sobre mi relación con ella no quiero añadir más" y "sigo pensando que las cosas de mi esposa, deben quedar en privado y que (la petición de divorcio) ha sido provocada por dos situaciones absolutamente falsas, contrarias a la verdad".
Preguntado por el entrevistador Bruno Vespa, si alguien pudo manipular a su mujer, Berlusconi respondió. "No ha sido algo casual y no digo más".
Mientras tanto Lario permanece en la villa de Macherio en la afueras de Milán a la espera de que pase la tormenta mediática y política que han desatado sus declaraciones sobre su marido del que se quiere divorciar.
De ser así, el proceso de divorcio promete ser encarnizado, ya que Berlusconi se enfrentará a Cristina Morelli, la que fuera abogada de Eluana Englaro, y contratada por su todavía esposa, Veronica Lario, para disputarse una fortuna valorada en 6.000 millones de euros.