Un rosario de más de 30 operaciones para recuperar un rostro
- Connie Culp recibió un disparo en la cara en una discusión con su marido
- El agresor cumple una condena de siete años de cárcel
- La paciente tendrá que someterse a más operaciones estéticas
Connie Culp es el nombre de una mujer sin rostro. Tras más de 30 operaciones ha conseguido tener una cara pero nunca recuperará sus rasgos característicos.
Hace cinco años su marido le disparó en la cara tras una discusión y el impacto le causó la pérdida de un ojo, la nariz, las mejillas, la mandíbula y el labio superior.
La mujer no podía oler, comer alimentos sólidos, beber de un vaso, no tenía gusto, ni olfato, y respiraba a través de un orificio en la tráquea. Ahora tras una intervención, realizada en diciembre en el hospital de Cleveland, ha recibido un trasplante del 80% del rostro.
En la operación, que duró 22 horas, fueron reconstruidos parte de los huesos de la cara y recibió el rostro de una donante fallecida, cuya identidad ha permanecido en el anonimato.
Recuperar la sonrisa
La expresión de Culp todavía es algo estática, pero puede hablar, mover la boca, oler y degustar la comida de nuevo. Sus médicos esperan que, con rehabilitación y fisioterapia para reactivar sus músculos faciales, mejorará en el plazo de seis meses e incluso podría sonreír.
La paciente tendrá que acudir mensualmente a revisión y los médicos vigilarán su evolución por si su cuerpo manifestara algún tipo de rechazo al injerto.
El rosario de operaciones de esta víctima de la violencia machista no ha terminado. Los médicos han implantado más tejido del necesario, en previsión de que el cuerpo pueda rechazar parte de la piel, y será sometida a una serie de operaciones estéticas.
El proceso durará dos años. Paradójicamente cuando vuelva a tener un rostro podrá encontrarse en la calle con su agresor. Su marido que también se disparó tras la discusión en 2004, sobrevivió con heridas menores y está en prisión cumpliendo una condena de siete años.