Enlaces accesibilidad

Sigue el éxodo de civiles en Mogadiscio tras una semana de combates

M

Por
Somali Islamist fighters hold their weapons in defensive positions near road that links to the presidential palace in the capital Mogadishu
Milicias islamistas apuntan sus armas cerca de una carretera que lleva al palacio presidencial en Mogadiscio.

Cientos de personas prosiguen hoy el éxodo de Mogadiscio, capital de Somalia, en una jornada de aparente calma tras una semana de combates entre las fuerzas del Gobierno y grupos radicales islámicos que tratan de derrocarlo, que ha dejado exhausta la capital somalí, sin los suministros más básicos en algunas zonas.

Más de 130 personas, la gran mayoría civiles, han muerto en los combate de los pasados siete días, cientos han resultado heridas y unas 42.000 desplazadas, según ha asegurado responsables de servicios asistenciales y organizaciones humanitarias locales.

Sin embargo, el Gobierno ha confirmado 103 fallecidos, 420 heridos y 18.000 desplazados.

Huída de la capital

Cargados con todo lo que pueden acarrear y muchos con niños en brazos, un gran número de ciudadanos huyen de la capital somalí, entre ellos Safiyo Abukar, una mujer de 56 años, que lleva con ella a seis de sus nietos, tras la muerte de los padres y dos de los hermanos de los niños.

"Un misil cayó en la casa de mi hija, que tenía ocho niños, y murieron ella, su marido y dos de los niños. Yo huyo con los seis que sobrevivieron al misil", ha dicho la mujer, desesperada "pues ya soy vieja para cuidarlos, pero no me queda otro remedio, pues no hay nadie que se pueda hacer cargo de ellos".

Aunque este viernes no se ha informado de combates en Mogadiscio, la situación es de gran tensión, con movimientos de combatientes y algunos disparos aislados de artillería, que hacen mantener el temor de que los enfrentamientos se reanuden en cualquier momento, según los servicios de socorro y organizaciones humanitarias locales.

Aweys quiere aplicar la ley islámica

Sheikh Hassan Dahir Aweys, líder radical Islámico que regresó recientemente a Somalia tras más de dos años de exilio en Eritrea, al que Naciones Unidas ha acusado de querer derrocar al Gobierno de Sharif Sheikh Ahmed, ha dicho este viernes que quiere aplicar la "sharia" (ley islámica) en el país, "pero no la que apoyan los occidentales".

Según Aweys, aunque el Parlamento Somalí aprobó recientemente la aplicación de la "sharia", su grupo no acepta que Sheikh Ahmed lo haga, pues "se burló" de ellos al participar en el proceso de paz del país con otros grupos y con el apoyo internacional, que rechazan él y la milicia de Al Shabab, relacionada con Al Qaeda por EEUU.

Por su parte, Farhan Ali Mohamud, ministro de información del Gobierno, ha rechazado las explicaciones de Aweys y ha pedido que cesen los combates e inicie conversaciones.

"Lo que dice Sheikh Aweys no tiene fundamento, el presidente no se burló de él. El no estuvo de acuerdo cuando se iniciaron las conversaciones en Yibuti para facilitar la marcha de las tropas etíopes, pero ahora se han ido y no hay razón para continuar el derramamiento de sangre", ha dicho Mohamud.

Sheikh Ahmed, líder de la agrupación islámica relativamente moderada Alianza para la Nueva Liberación de Somalia (ARS), se unió al proceso de paz de Yibuti y fue elegido presidente por el Parlamento somalí, reunido en ese país vecino, el pasado 31 de enero.

Los imanes piden que se deje de matar

Los imanes de varias mezquitas de Mogadiscio, en sus sermones del viernes, el día sagrado musulmán, han calificado los combates de "inmoralidad" y han exigido que "se deje de matar a la gente".

Sheikh Abu Hassaan, un clérigo conocido y respetado en la capital somalí, ha recalcado en la mezquita de Abu Hureira que "los actuales combates no son una 'yihad' (guerra santa), son inmorales, por lo que debe haber una inmediata suspensión de las hostilidades".

Por su parte, el líder de Al Shabab, Sheikh Abubakr Ahmed, ha amenazado a los clérigos musulmanes somalís que les critican y ha dicho que les tratarán como "amigos del enemigo".

"Insto a los hombres de religión a evitar cualquier crítica a la 'yihad', pues lo consideramos absolutamente inaceptable", ha dicho Ahmed, quien ha advertido: "Unios a la 'yihad' o callad la boca".

En los últimos días, Al Shabab y sus aliados han llevado su propaganda de la "yihad" a los campos de desplazados cercanos a Mogadiscio y han empezado a reclutar hombres jóvenes de pequeños clanes marginados por las más poderosos del país

Por su parte, la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), que respalda al Gobierno de Sheikh Ahmed, ha asegurado que mantendrá el control de la ciudad de Mogadiscio y ha pedido a los civiles que no sucumban al pánico