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Alemania también se ríe de Hitler con el estreno de la comedia musical 'The Producers'

  • El lunes 18 de mayo el teatro berlinés Admiralpalast estrena la obra, una sátira de Hitler
  • "Un Hitler gay cantando y bailando", ya es hora de reirse del dictador, señala la prensa
  • El musical ha sido importado de Broadway y ya ha viajado a Londres y a Viena
  • El director Nigel West espera que el musical no hiera sensibilidades

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PASE GRÁFICO DE LA OBRA "THE PRODUCERS" EN BERLÍN
Varios intérpretes durante el pase gráfico del Musical "The producers. Frühling für Hitler" en el teatro berlinés Admiralspalast.

Berlín estrena el lunes 18 de mayo una comedia musical sobre Hitler, el dictador alemán que ordenó la matanza de miles de judíos durante la segunda guerra mundial.

La prensa alemana, que ya ha visto Les Producteurs (Los productores), ha celebrado su estreno, creyendo que ya es hora de reírse del dictador.

"Un Hitler gay cantando y bailando. Una figura de la parodia. ¿Y qué hacen los berlineses? Se ríen!", publica el crítico Rafael Seligmann en el diario Berliner Zeitung.

Tras seis años en el cartel neoyorquino, The Producers viajó a Londres y tuvo el año pasado su estreno, en alemán, en Viena. Y ahora es el turno del teatro berlinés Admiralpalast.

El genio cómico del director estadounidense Mel Brooks llevó a los escenarios de Broadway en 2001 un musical inspirado en su película homónima de 1968, y con el que han ganado 12 premios Tony.

Tras su estreno del lunes, The Producers tiene dos meses para ganarse al público con sus chistes de sal gorda y su Hitler afeminado y danzarín.

Ridiculizar al Tercer Reich

La historia es conocida: Dos productores sin escrúpulos planean producir el peor musical de la historia para que éste fracase y poder así estafar a sus inversores, embolsarse dos millones de dólares y huir a Río de Janeiro.

Para ello optan por el espectáculo más repulsivo, insultante y de mal gusto que encuentran, Frühling für Hilter, -Primavera para Hitler-, un panfleto propagandístico del nazismo, con un dictador bailarín, flanqueado por 'majorets' y soldados nazis, y valquirias germanas con salchichas y jarras de cerveza por sombrero.

No obstante el trasnochado Musical neo-nazi abocado a la bancarrota será todo un éxito de crítica, que lo ensalzará como "obra maestra satírica", y echará abajo los planes de los avispados protagonistas.

El musical repasa un amplio abanico de socorrido 'gags' cómicos como el del director de escena homosexual (Martin Sommerlatte), secundado por un séquito de colaboradores disfrazados a lo "Village People" y otros tópicos trillados como el del ex nazi (Herbert Steinböck), autor de la ridícula obra, y ferviente admirador del "Führer".

No sólo habla con un casi incomprensible acento bávaro, sino que se desplaza por Nueva York en una antigua motocicleta de la 'Wehrmacht' y cría palomas que saludan con sorprendente eficacia, ala derecha en alto y enfundada en un brazalete nazi.

Sin cruces gamadas

Pese a que en los numerosos carteles publicitarios del musical que llenan Berlín se han obviado las cruces gamadas de los emblemas en favor de las recurrentes salchichas y 'pretzels' -pan salado alemán- la repetida aparición del símbolo nazi sobre el escenario, en situaciones cada vez más absurdas, no cosechó la simpatía de todos.

El director asociado de la obra, Nigel West, ha explicado a la prensa antes del pase previo que espera que el musical no hiera susceptibilidades en la que fuera la capital del Tercer Reich sino que se disfrute como la "pieza cómica de teatro musical que es".

"Precisamente los productores optan por poner en escena una obra sobre Hitler porque es lo más ofensivo y lo más horrible que se puede estrenar. Pero eso sólo es el 'show' dentro del 'show'. El musical es mucho más", ha señalado.

"Sabemos que la escena teatral berlinesa es muy vanguardista y que aquí se ha reflexionado mucho sobre el pasado nazi de Alemania. Confiamos en que la gente se mostrará abierta al asunto y sabrá reírse con nosotros",ha indicado.