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American Apparel indemnizará a Woody Allen con 3,7 millones por usar su imagen

  • Ambas partes han alcanzado un acuerdo antes de empezar el juicio
  • Allen pedía diez millones por aparecer en un anuncio de la compañía
  • Es la mayor cantidad pagada por invasión de la intimidad en Nueva York

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Woodye Allen, a su llegada a la corte federal de Nueva York.
Woodye Allen, a su llegada a la corte federal de Nueva York.

American Apparel indemnizará a Woody Allen por el uso de su imagen en una campaña publicitaria con cinco millones de dólares (3,7 millones de euros), según un acuerdo alcanzado por los abogados de ambas partes.

"Me han comunicado el acuerdo por valor de cinco millones de dólares y me pagarán la mayor cantidad conocida bajo las leyes de privacidad de Nueva York", ha anunciado el propio Allen acompañado de sus abogados en el exterior de la corte federal de Manhattan, en Nueva York.

El acuerdo ha sido alcanzado directamente por Allen y el magnate de la industria textil Dov Charney, dueño de American Apparel, para evitar un enfrentamiento potencialmente hiriente para ambas partes.

Este pacto esta valorado en la mitad de lo que pedía el director estadounidense y será pagado en un 85% por las aseguradoras de la compañía de ropa.

Allen presentó la demanda por el uso de su imagen en una campaña publicitaria de American Apparel que lo muestra llevando ropa típica judía sobre el logo de la compañía en carteles en Nueva York y Los Ángeles

Trapos sucios

El director, que siempre se ha negado a usar su imagen con intereses comerciales, decidió presentar una demanda contra la empresa pidiendo diez millones de dólares.

La compañía argumentó que se trataba de una imagen de una película del director -Annie Hall-  y que no pretendía sacar beneficio sino hacer una parodia.

Además, Charney fue a donde más le duele a Allen. Haciendo un paralelismo entre él y el director -los dos han protagonizado escándalos sexuales que han sido difundidos por la prensa- sus abogados amenazaron con llamar a declarar a su ex mujer, Mia Farrow, para demostrar que la imagen pública de Allen estaba ya herida de muerte tras romper su matrimonio para marcharse con su hija adoptiva. 

Con todo, en los últimos días el dueño de la compañía ha suavizado su postura, asegurando que había usado la imagen de Allen como muestra de admiración a la perdurabilidad de su trabajo.