Concluye la primera vista contra Aung San Suu Kyi por violar su arresto domiciliario
- El juicio se desarrolla en el penal de máxima seguridad de Insein en las afueras de Rangún
- Ante dos jueces militares comparecerán veinte testigos durante dos semanas
- La premio Nobel de la Paz lleva seis años ininterrumpidos de arresto domiciliario
- Se sientan en el banquillo Suu Kyi, dos mujeres birmanas y John William Yettaw
Enlaces relacionados
La primera vista del juicio contra la Nobel de la Paz birmana, Aung San Suu Kyi, por violar las condiciones de su arresto domiciliario ha concluído en un tribunal instalado en el penal de máxima seguridad de Insein, en las afueras de Rangún.
En la sesión el abogado de la acusación, el subdirector de Policía Ye Myint Aung, ha expuesto el caso contra la jefa de la Liga Nacional para la Democracia (LND), el único partido opositor que resiste la presión de la Junta Militar que gobierna Birmania.
Junto a Suu Kyi, de 63 años y con delicado estado de salud, se juzga en Insein a las dos mujeres birmanas que cuidan a la líder opositora desde hace años y al estadounidense John William Yettaw.
La acción de Yettaw de entrar a escondidas en la casa de Suu Kyi la semana pasada, sin que todavía se sepa bien los motivos, ha desencadenado un proceso que le puede costar a la Nobel de la Paz una sentencia de entre tres y cinco años de cárcel.
El martes continuará el juicio, que durará aproximadamente dos semanas y al que ha sido denegada la presencia de diplomáticos de Alemania, Australia, Francia, Italia y Reino Unido, además de periodistas. Está previsto que comparezcan al menos veinte testigos.
Seguridad reforzada
Fuera del centro penitenciario, la Policía ha reforzado la seguridad para prevenir cualquier alboroto o protesta de los grupos disidentes a favor de la liberación de Suu Kyi, que lleva casi seis años ininterrumpidos de arresto domiciliario.
Agentes antidisturbios se han desplegado por la ciudad y especialmente en el distrito de Insein, en el norte de Rangún, donde se han montado controles en todos los accesos.
Según testigos citados por la radio Mizzina, cerca de doscientos jóvenes encabezados por Win Tin, miembro de la ejecutiva de la LND, se han concentrado ante uno de los controles, donde también montan guardia militantes de los grupos paramilitares vinculados al Gobierno.
El Alto Representante de la Unión Europea, Javier Solana, ha señalado que Bruselas podría endurecer las sanciones contra el régimen birmano por el trato dispensado a Aung San Suu Kyi.
Solana ha indicado que "no es el momento de levantar las sanciones, en todo caso de incrementarlas" y ha añadido que "no creo que se rebaje la presión, sino todo lo contrario".
Protestas silenciosas
La víspera, varias organizaciones clandestinas contrarias a la Junta Militar instaron a los birmanos a llevar a cabo acciones de protesta "silenciosas" para denunciar el juicio a Suu Kyi, que de ser declarada culpable puede ser condenada a una pena de hasta cinco años de privación de libertad.
Los militares que gobiernan Birmania con mano de hierro han hecho oídos sordos a la creciente presión internacional para que liberen a la premio Nobel, de 63 años y un precario estado de salud.
Suu Kyi fue encarcelada el jueves pasado junto a las dos mujeres que viven con ella después de que un estadounidense se colara en su casa de Rangún, tras violar la seguridad que rodea el edificio.
El proceso judicial al que se enfrenta la líder de la LND, que ha vivido bajo arresto domiciliario 13 de los últimos 19 años, podría dar al traste con las esperanzas de una pronta liberación de Suu Kyi el próximo 27 de mayo, cuando expiraba su encierro según lo contemplado por la ley birmana.