La misión se complica y Atlantis necesita realizar una nueva caminata
- Se han detectado más problemas de los esperados en la misión
- El transbordador realizará una quinta caminata que no estaba prevista
Los astronautas del transbordador Atlantis desarrollarán este lunes una imprevista quinta caminata en el exterior del telescopio espacial Hubble tras encontrar más problemas de los esperados para reparar un espectrógrafo.
Mike Massimino y Mike Good apenas pudieron, en las primeras siete horas de caminata, concluir la reparación del Espectrógrafo de Imágenes Telescópicas Espaciales (STIS, por su sigla en inglés), tras lo cual aún les quedaba cerca de hora y media más para dejar en condiciones el área donde habían trabajado.
Ante el retraso, la agencia espacial estadounidense, NASA, ha decidido programar una nueva salida para tratar de instalar el panel aislante en una puerta que los astronautas no han podido desplegar por falta de tiempo.
A diferencia de la caminata espacial del sábado, que sorprendió a los expertos por lo fácil que resultó, la de este domingo ha contado con varias complicaciones.
Difícil caminata
Massimino encontró que no podía desatornillar un raíl que era necesario mover para instalar el STIS. Tras varios intentos con diversas herramientas, que tardaron cerca de dos horas, hubo que recurrir a la fuerza bruta para extraer el raíl. Los dos astronautas habían recubierto con cinta adhesiva las piezas para que no salieran despedidas y se convirtieran en proyectiles.
Después de sacar el raíl, y para poder proceder a la instalación del STIS, Massimino tuvo que desatornillar un total de 111 tornillos. Cuando intentaba instalar un plato imantado especial para impedir que esos tornillos se perdieran en el espacio, el instrumento que utilizaba se quedó sin batería y tuvo que volver al transbordador Atlantis para cambiar esa pila y recargar su suministro de oxígeno.
El STIS había dejado de operar tras sufrir una avería en uno de sus transformadores eléctricos en agosto de 2004.
El sábado, los astronautas John Grunsfeld y Andrew Feustel instalaron otro instrumento, el Espectrógrafo de Orígenes Cósmicos, que permitirá detectar la luz de quásares lejanos.
También repararon una cámara del telescopio, conocida como Cámara Avanzada para la Exploración, estropeada desde hace cinco años. Los dos astronautas consiguieron reparar dos de sus tres objetivos.
Aunque los ingenieros de la NASA habían calculado que el paseo del sábado sería el paseo espacial más complicado de la misión, la caminata se desarrolló sin incidentes e incluso concluyó un poco antes de lo esperado.
El viernes pasado, Massimino y Good instalaron nuevos giroscopios y baterías en el Hubble, mientras que el jueves el telescopio recibió una nueva cámara y se le instaló un nuevo computador.
Con estas tareas de reparación, antes de que el Atlantis emprenda regreso a la Tierra el próximo martes, la NASA espera mantener operativo el telescopio espacial entre cinco y diez años.