Manuel Borja Villel: "Los museos atraviesan una crisis profunda"
- El director del Reina Sofía afirma que hay "obligación ética" de cambiar de modelo
- La crisis afecta a los museos que presentan un historia única y lineal, según Villel
- La crisis del turismo lleva a menos extranjeros a los museos, pero van más nacionales
- El museo prepara una nueva lectura de su colección que se inaugura el martes
- Se incluirán grabados de Goya, las últimas adquisiciones y 200 obras de los almacenes
Los museos atraviesan una crisis profunda y ello implica la "obligación moral y ética de buscar otro modelo de museo, otro modelo de coleccionar, de contar historias, de educación, de pedagogía" y esa es la propuesta que se está haciendo desde el Museo Reina Sofía, según su director.
Manuel Borja Villel ha señalado, en una entrevista, que en un momento "de crisis global y del sistema capitalista tal y como lo conocemos, los museos no son burbujas que están separadas".
En esta crisis sistémica, la cultura tiene una obligación ética de crear modelos, no modelos normativos sino de conocer mejor las épocas en las que hemos vivido, en opinión del director del Reina Sofía, para quien la crisis en los museos es doble.
Por un lado, afecta a los museos que presentan una historia única y lineal, "que ya nadie" se cree y que guardan tesoros que en la actualidad se les están reclamando.
"De hecho hace dos semanas unas personas del MOMA nos hicieron una visita muy agradable en la que tuvieron una intervención durante la cual, de algún modo, vinieron a decir, no que el Guernica fuera suyo, pero sí que Picasso lo había querido dar a la república española y que nosotros todavía no lo éramos. Les dije que en nombre del pueblo español les quedaba muy agradecido por haberlo mantenido y guardado".
Afectados por la crisis turística
Por otro lado, la crisis afecta a ese modelo de museo vinculado al turismo, a las grandes masas que van circulando. "Nosotros con la crisis estamos teniendo la experiencia de que los turistas han bajado pero, sin embargo, los nacionales vienen más y se venden más libros. La gente se acerca más a la cultura, pero no tanto esas grandes masas que vienen para hacerse una foto".
En opinión de Manuel Borja Villel, la crisis económica está afectando más a los museos de Estados Unidos que a los europeos, que son públicos. "Una institución tan importante como el MOCA, Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, ha estado a punto de quebrar porque no tenían dinero. Hay muchos museos que están así y esto es serio y grave".
Los museos tienen que ser, según el director del Reina Sofía, un lugar de conocimiento, de fuerza poética, lo que no quiere decir que se puedan buscar otro tipo de recursos, "pero hay que tener mucho cuidado de no caer en la trampa de que se conviertan en un lugar de banalización".
Nueva lectura del Reina Sofía
El Museo Reina Sofía presentará este martes una nueva lectura de su colección en la que se incluirá una quincena de grabados de Goya, las últimas adquisiciones y unas 200 obras procedentes de los almacenes del museo, según el director.
Esta reordenación, que inaugurará el día 28 la Infanta Elena, no es "la Torá, ni el canon", sino una de las múltiples narraciones que de ella se pueden hacer, en opinión del director, que ha anunciado que el próximo año el Reina Sofía disfrutará de un nuevo marco jurídico al convertirse en Agencia Estatal.
La presentación de la colección diseñada por Borja Villel, en contra de una visión única de la historia del arte, es como si fuese un cosmos que está vivo, con áreas que cambian, se abren o se cierran, reaccionando así a una estructura convencional, que no es natural.
En el recorrido por la colección, considerada por el director "como una de las mejores del siglo XX", hay tres puntos fuertes: los años 30; la década de los 60 y 70 y la actualidad.
Pero antes de entrar en ellos, el recorrido hace un guiño a los origines de la modernidad con la exhibición de unos quince grabados de Goya, pertenecientes a los Caprichos, los Desastres de la guerra y los Disparates.
El Guernica, punto fuerte
Los años 30 constituyen uno de los núcleos fuertes de la colección, con el icono del siglo XX, el Guernica. "En los años 30 hubo una confrontación de la vanguardia con su propia realidad, una realidad en la que no se reconocen. Se produce una primera ruptura entre vanguardia y modernidad, entre lenguaje y utopía".
Para Borja Villel es muy importante la forma en que se presente este icono del siglo XX. "Si lo haces como tal, existe el peligro de que sea meramente una atracción turística, pero si lo presentamos como lo vamos a hacer, es un elemento de condensación de masa gravitatoria. Te hace concentrar a su alrededor una serie de cosas que de otro modo no existiría. Hemos construido alrededor del Guernica una lectura que es única".
Sobre los años 60 y 70, ha recordado que es el momento de grandes y numerosos cambios en que aparecen las segundas vanguardias. "Es una generación muy fuerte que decidieron que después de Picasso y Miró había que empezar de cero. Se produce un cambio radical. Tenemos una colección bastante importante de esta época".
Otro de los núcleos es la actualidad. "Todo museo es contemporáneo y responde a su época. Tenemos la obligación de hacer entender mejor o peor el mundo en el que vivimos", dice.