Los márgenes del cara a cara: las caricaturas de López Aguilar y la guitarra de Mayor Oreja
- El encorsetado debate entre los candidatos de PSOE y PP se salda con pocas propuestas
- El diálogo se ha centrado en los ideológico, con algunos enfrentamientos de tono áspero
- Mayor Oreja le ha reprochado a López Aguilar su falta de experiencia en Europa
- El cabeza de lista del PSOE le ha acusado de no querer condenar el franquismo
Pocas propuestas y abundante debate ideológico; grandes conceptos y escasos datos concretos. El primer debate de las elecciones europeas, celebrado este lunes entre los cabezas de lista del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, y del PP, Jaime Mayor Oreja, ha resultado denso, a ratos incluso áspero, pese a haber dejado alguna perla puntual, como las invocaciones al ex presidente Aznar o las aficiones juveniles de los candidatos.
Al margen de la presentación y las conclusiones finales, el debate se ha repartido siguiendo las estrictas normas que habían pactado ambos partidos, aplicadas a rajatabla por la moderadora, Ana Blanco: cuatro bloques temáticos (economía, políticas sociales, derechos y libertades, Europa en el mundo) en los que cada uno de ellos disponía de dos períodos de dos minutos y medio y otros dos, a modo de conclusiones, de un minuto.
En esa estructura, López Aguilar y Mayor Oreja han tratado de convencer a los electores, que han visto como el diálogo se ha centrado mayoritariamente en aspectos de política nacional, desde el desempleo hasta la ley del aborto, más que en los problemas europeos.
Debate ideológico
Pese a la constante invocación a la crisis económica, ni uno ni otro han ofrecido excesivos datos, centrándose más en el debate ideológico. Si hace un año Zapatero y Rajoy, o Solbes y Pizarro, recurrían con cierta frecuencia a gráficos, este lunes sólo se han mostrado dos, uno por candidato.
Así, Mayor Oreja ha querido ilustrar la caída del PIB en España ya antes del estallido de la crisis financiera, mientras López Aguilar quería demostrar que la inversión del Gobierno socialista en innovación y desarrollo ha triplicado la de los Gobiernos populares. Como ya es habitual, la ausencia de una escala adecuada, entre otras deficiencias, han convertido esos gráficos en propaganda.
En ausencia de cifras, los grandes conceptos han acaparado el debate. La reivindicación de la nación y del español, por parte de Mayor Oreja, el modelo de protección social y la alianza de civilizaciones, por parte de López Aguilar, han sido algunos de los caballos de batalla.
Aficiones
Con todo, ha habido momentos de distensión, curiosamente referidos a las aficiones de los candidatos. Por ejemplo, Mayor Oreja ha ironizado sobre las dotes para el dibujo de López Aguilar, muy aficionado al cómic y la ilustración: "Yo creía que usted era un buen caricaturista sobre el papel, pero está caricaturizando la realidad".
Después, mientras defendía su compromiso con la democracia en el País Vasco durante la transición, el candidato popular ha recordado sus aptitudes musicales: "En aquel momento era muy joven, quizás estaba aprendiendo a tocar la guitarra".
No ha sido la única vez que Mayor Oreja ha hecho gala de experiencia, reprendiendo incluso a López Aguilar por lo que consideraba falta de información: "Veo que usted necesita un tiempo en el Parlamento Europeo", le ha llegado a decir.
Aznar en el recuerdo
Uno de los protagonistas involuntarios del debate ha sido el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, no sólo por la constante reivindicación que Mayor Oreja ha hecho de los Gobiernos populares (1996-2004), sino también porque el candidato socialista ha intentado presentarle como inspirador de las peores ideas conservadoras que, a su juicio, defiende el PP.
"Ustedes no quieren desvelar su programa, porque tienen un programa oculto", ha asegurado López Aguilar, mostrando el último libro de Aznar (Cartas a un joven español, Planeta) y asegurando que el PP defiende, como su antiguo líder, el despido libre. Después le acusaría de desprestigiar a España en el extranjero, entre otras cosas.
Mayor Oreja, en cualquier caso, no ha renegado del pasado y ha defendido la herencia de aquellos Gobiernos, resaltando que en ocho años fueron capaces de crear cinco millones de puestos de trabajo, reducir el déficit y sanear la Seguridad Social. Y ha prometido volver hacerlo, aunque en este caso no se celebren elecciones generales.
Asperezas
Pero no han predominado las cortesías, hasta el punto de que López Aguilar ha cuestionado el compromiso democrático de su rival: "Usted ha maniobrado para que el Parlamento Europeo no condenará la dictadura franquista".
Mayor Oreja, en cambio, no ha dudado en calificar de "mentiras" la gestión del Gobierno de Zapatero ante la crisis, a lo que el candidato socialista ha respondido con alusiones a la gestión del Yak-42 y de los atentados del 11-M, para acabar acusando al PP de "recontar los parados con avaricia".
Mentira por mentira, Mayor Oreja ha vuelto a interpelar a los socialistas: "¿Cuál es la mentira que toca ahora para ganar las elecciones?".