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La Audiencia Nacional absuelve a un etarra para el que fiscal pedía 377 años

  • Dice que no hay pruebas de que Gorka Martínez colocase una bomba en Portugalete
  • El explosivo estaba destinado a matar a la ex teniente de alcalde de la ciudad
  • La bomba estaba en un lugar muy concurrido y la hirió de gravedad
  • La sentencia subraya que "no consta" que conociese los planes de los que lo cometieron

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La Audiencia Nacional ha absuelto en una sentencia hecha pública este miércoles al etarra Gorka Martínez, quien estaba acusado por la Fiscalía de haber sido uno de los autores materiales del atentado contra la que fuera teniente de alcalde de Portugalete (Vizcaya), Esther Cabezudo, en febrero de 2002.

El fiscal encargado del caso, Juan Moral, pidió durante la vista oral un total de 377 años de prisión para el etarra Martínez, al atribuirle un total de veinte delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa además de un delito adicional de estragos terroristas.

Los magistrados de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, presididos por la jueza Manuela Fernández Prado, consideran que no esta probado que Martínez fuese uno de los autores materiales del atentado.

No conocía los "planes concretos"

El tribunal señala que, a pesar de estar probado que el acusado prestó su piso a los miembros del comando que llevó a cabo la acción terrorista, no consta que Martínez conociese "los planes concretos que para ese día habían diseñado los autores materiales del atentado".

Aún así, los magistrados no pueden sentenciar a Martínez por prestar su piso a los etarras, porque ya ha sido condenado con anterioridad por un delito de pertenencia a organización terrorista.

En concreto, Martínez fue condenado por pertenencia a ETA y por un delito adicional de tenencia de explosivos en una sentencia dictada en diciembre de 2006 por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, resolución por la que tuvo que cumplir 17 años de cárcel.

Tampoco fue cómplice

En este sentido, los magistrados señalan que la participación del acusado en estos hechos solo podría imputarse a título de pertenencia a organización terrorista. El tribunal llega a la conclusión de que el acusado "tampoco puede ser cómplice del delito, al no conocer la acción proyectada por los miembros del comando".

El fiscal Moral sostuvo en la vista oral que Gorka Martínez, siguiendo órdenes de la dirección de la banda terrorista, colocó en un carrito de la compra un artefacto explosivo compuesto por 20 kilos de dinamita titadyne y activo por control remoto.

En la mañana del 28 de febrero de 2002, el carrito fue colocado en la calle Casilda Iturriza de Portugalete, lugar por el que habitualmente transitaba Cabezudo y una vía pública especialmente concurrida.

El representante del Ministerio Público aseguró que, sobre las 9.10 horas, al paso de Cabezudo y su escolta Ignacio Torres Mediavila, el etarra accionó el explosivo. La deflagración hirió de gravedad a la teniente de alcalde y a su escolta, así como a otras 18 personas que transitaban por la calle.