Laboristas críticos contemplan un calendario que fija para el 2 de julio la dimisión de Gordon Brown
- Diputados díscolos buscan firmas para pedir a Brown en una carta que dimita
- Los signatarios piden su sustitución por el ministro de Sanidad, Alan Johnson
- Los críticos esperan que haya nuevo ministro a principios de julio
- The Guardian afirma que es hora de "desprenderse de él" en un editorial
Las cosas parecen ponerse feas por momentos para el primer ministro británico, Gordon Brown. Los ataques no sólo le vienen de la oposición. También de su propio partido.
Según publica The Guardian en su página web, un grupo de diputados laboristas críticos con la forma en la que está gestionando el escándalo por el abuso del sistema de gastos parlamentarios manejan un calendario detallado para que Brown abandone Downing Sreet.
La fecha que contemplan para su dimisión es el próximo 2 de julio. De esta forma, el nuevo primer ministro estaría al menos tres semanas en el cargo antes de que se suspendan las sesiones parlamentarias por las vacaciones estivales.
El periódico británico también ha revelado este miércoles que estos mismos diputados laboristas díscolos están buscando firmas para enviar una carta a Gordon Brown para forzarle a dejar su cargo después de las Elecciones Europeas, que se celebran este jueves 4 de junio en el Reino Unido.
Según las encuestas, los laboristas pueden quedar por detrás, incluso, del partido anti-europeo UKIP.
Estos parlamentarios, llamados blackbechers, creen que pueden conseguir hasta 80 firmas de apoyo a esta iniciativa, diez más de las que se necesitan para promover un cambio interno. Blackbecher es un término inglés que se usa para los diputados de la Cámara de los Comunes que no tienen ningún cargo ni en el Gobierno ni en la oposición y que precisamente por este motivo les resulta más fácil votar o hablar en contra de la política de su partido.
Los signatarios piden la sustitución de Brown por el ministro de Sanidad, Alan Johnson, un veterano político laborista procedente del ala sindical y que goza de amplias simpatías entre sus correligionarios, según informa Efe.
Las dimisiones se acumulan
Al anuncio del martes de la titular del Interior, Jacqui Smith, de que dejaría el cargo tras las elecciones de este jueves, este miércoles se ha sumado su colega para las Comunidades, Hazel Blears.
Al igual que muchos otros políticos de todos los partidos, las dos ministras laboristas se han visto implicadas en el escándalo del abuso del sistema de gastos parlamentarios, del que el propio Blair dijo esta semana que repugnaba a su "conciencia presbiteriana".
Los medios más afines, también le abandonan
Hasta los medios más afines al laborismo abandonan a Brown. The Guardian ha publicado un editorial demoledor del primer ministro.
"La verdad", escribe el periódico, "es que Brown carece de visión, de plan, de argumento para el futuro y de apoyo. El público lo ve. Su partido lo ve y también deben de verlo los miembros de su Gobierno aunque no se hayan aún armado de valor para decírselo".
Y agrega: "Al laborismo le queda un año antes de las elecciones (generales). Su líder actual lo echaría a perder. Es hora de desprenderse de él", recoge Efe.
A muchos Gordon Brown les recuerda estos días al malhadado sucesor de la Dama de Hierro, John Major, aunque éste ganó por sus propios méritos unas elecciones generales en 1992 mientras que Brown, que sucedió a Tony Blair al frente del laborismo en junio del 2007, no ha sometido su liderazgo al veredicto de las urnas.