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Obama tiende puentes con los musulmanes en Oriente Próximo

  • Obama inicia su gira por Oriente Próximo y Europa con una escala en Riad
  • La pieza central del viaje es su discurso al mundo musulmán en El Cairo
  • El objetivo es cambiar la imagen de Estados Unidos
  • La paz entre Israel y Palestina es el telón de fondo
  • El 85% de los musulmanes estadounidenses respalda a Obama

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Obama comienza su gira por Oriente Próximo y Europa

Obama cumple su promesa: dirigirse al mundo musulmán desde una capital árabe. Lo hará el jueves en El Cairo, en un discurso que aspira a cambiar la imagen de Estados Unidos ante los 1.400 millones de personas que integran el Islam. Un discurso diseñado para tender puentes entre Oriente y Occidente. 

Pero el público será muy diferente del que está acostumbrado, y en algunos casos, abiertamente hostil. Los jóvenes constituyen el 30% de la población de la zona. El paro castiga a una cuarta parte, cuando la media mundial ronda el 14%. 

Y todo ello en Egipto, un estrecho aliado de EEUU pero criticado por sus violaciones de los derechos humanos y la cuestionable democracia del régimen. Un punto que Obama ha esquivado cuidadosamente estos días. En todo caso, la Casa Blanca niega que la elección de El Cairo suponga un respaldo al presidente egipcio, Hosni Mubarak

Israel y Palestina como piedra de toque

El discurso supone el paso más significativo hasta la fecha en el relanzado proceso de paz entre Israel y Palestina. Pero en Oriente Próximo importan más los detalles y los hechos que la retórica de altos vuelos. Obama quiere marcar distancias con la administración Bush y la vara de medir está en el conflicto entre Israel y Palestina. 

Hasta ahora, Obama ha dejado claro, en público y en privado, que Israel debe para los asentamientos en Cisjordania y apoyar un estado palestino viable, lo que incluye el levantamiento del bloqueo de Gaza. Pero no hay calendario ni pasos concretos. 

Israel da largas y está por ver si EEUU es capaz de presionarle más allá de las palabras. De momento, Obama califica a su aliado de "incondicional". Al menos hasta que su seguridad esté garantizada por los vecinos. Y en este sentido importan las palabras que dedique a Irán. Washington está dispuesto a ensayar la vía diplomática para que Teherán renuncie al arma nuclear. No se esperan progresos significativos hasta después de las elecciones iraníes.

Respaldo musulmán en casa

Es significativa la expectación que ha levantado este viaje en Estados Unidos. Una reciente encuesta de Gallup desvela que el 85% de los musulmanes norteamericanos apoyan la política de Obama. Es el respaldo más sólido de cualquier confesión religiosa. 

La gira de Obama tiene un preludio este miércoles en la capital de Arabia Saudí. En Riad se entrevistará en privado con el rey Abdullah, otro estrecho aliado de Estados Unidos, temeroso del creciente poder de Irán en la región.

Y el viaje del Presidente concluye en Europa. Primero en Alemania, donde Obama visitará el campo de concentración nazi de Buchenwald. Por último, participará en Francia en las ceremonias que conmemoran el 65º aniversario del desembarco de los aliados en Normandía.