Comienza el juicio contra dos periodistas de EE.UU. detenidas por "actos hostiles" en Corea del Norte
- Fueron detenidas en marzo mientras grababan en la frontera con China
- Se enfrentan a una condena de hasta diez años de trabajos forzados
- Aunque expertos surcoreanos creen que pueden quedar libres tras el juicio
- Ambas han señalado a sus familiares que viven una situación "aterradora"
El máximo tribunal de Corea del Norte ha iniciado este jueves el juicio a dos periodistas estadounidenses que fueron detenidas hace tres meses en la frontera norte del país, sin que hasta el momento haya trascendido ningún detalle del proceso.
Euna Lee y Laura Ling, ambas de origen asiático y empleadas de Current TV, medio digital de San Francisco (EE.UU.), fueron detenidas el 17 de marzo en la frontera con China mientras grababan unas imágenes sobre el tráfico de mujeres refugiadas norcoreanas.
Por este motivo fueron acusadas de "actos hostiles" y "entrada ilegal", cargos por los que, de acuerdo a las leyes de Corea del Norte, se enfrentan a una condena de hasta diez años de trabajos forzados.
Sin embargo, expertos surcoreanos creen que serán liberadas al término del proceso.
Sin detalles del juicio
Hasta el momento, Corea del Norte sólo ha revelado que el jucio comenzaría a las 3 de la tarde hora local (6:00 GMT) en Pyongyang, capital del país.
Desde el momento de la detención, la diplomacia estadounidense no ha tenido acceso alguno a las mujeres, que tan sólo han podido recibir la visita del embajador de Suecia en la capital norcoreana, uno de los pocos países con legación en el hermético Estado.
Se cree que las acusadas están asistidas en el juicio por un abogador defensor norcoreano y que, de acuerdo al procedimiento en el régimen comunista, no tendrán derecho a apelar la decisión del alto tribunal.
Situación "aterradora"
El día de su detención, Lee y Ling viajaron junto con un guía chino y un cámara a la frontera natural del río Duman que separa China y Corea del Norte para tomar imágenes en un lugar desde donde se podía observar Corea del Norte.
Aunque no se sabe mucho de lo sucedido, Corea del Norte alega que entraron ilegalmente en su territorio, aunque los dos hombres que las acompañaban consiguieron escapar.
La dos periodistas fueron trasladadas poco después a Pyongyang donde han permanecido detenidas en una situación que ellas mismas describieron a sus familiares por teléfono como "aterradora".
Su detención fue anunciada públicamente el 31 de marzo, una semana antes del lanzamiento de un cohete de largo alcance que supuso a Pyongyang una condena del Consejo de Seguridad de la ONU.
Postura desafiante ante EE.UU.
Desde entonces, Corea del Norte ha tomado una postura más desafiante hacia EEUU y sus aliados y se teme que pueda utilizar el caso de las periodistas como instrumento para dialogar con el ensayo nuclear del pasado 25 de mayo sobre la mesa.
El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha advertido este jueves a Pyongyang de que no ganará nada con sus provocaciones y que el Consejo de Seguridad le mandará un mensaje claro con una nueva resolución para que "deje comportarse de esa manera", ha informado la agencia Yonhap.
El medio para el que trabajan, Current TV, sus familiares y propio Departamento de Estado de EEUU han sido prudentes en sus declaraciones sobre la detención y procesamiento de las periodistas para no irritar al régimen comunista.
Sus familias piden una rápida liberación ya que Ling sufre una úlcera y necesita tratamiento y Lee tiene una hija de cuatro años.
Torturas y ejecuciones sumarias
La justicia norcoreana ha cambiado poco desde el nacimiento de la nación comunista en 1948 y los informes de Human Right Watch todavía hablan de torturas, ejecuciones sumarias y prisiones donde se realizan trabajos forzados y se cree que hay cientos de miles de personas.
El caso de Lee y Ling podría alargarse más que otros precedentes, lo que podría deberse a la actual tensión en la península coreana y al aparente proceso de sucesión del régimen de Kim Jong-il.
Anteriormente, el gobernador de Nuevo México, el demócrata Bill Richardson, necesitó tres meses de negociaciones para conseguir la liberación de un estadounidense en 1996 y en 1994 ya participó en conversaciones para liberar, tras dos semanas, a un piloto que cayó en territorio norcoreano.