Todos contra todos sin cuartel
- El debate a cinco resulta acelerado y confuso, con reproches cruzados y pocas propuestas
- PP y PSOE han vuelto a intercambiar acusaciones por la situación económica y el aborto
- Los partidos nacionalistas han reclamado mayor atención a las lenguas oficiales
- IU ha criticado tanto la política económica del Gobierno como la postura del PP
La reunión de los candidatos de los cinco partidos con representación en el Parlamento Europeo en TVE ha resultado en un debate algo acelerado, confuso por momentos -dado el formato de intervenciones cortas pactado por los propios partidos-, en el que los participantes han tratado de colar algunas propuestas en medio de los reproches cruzados que han predominado en el diálogo.
Por encima del enfrentamiento estrella, de nuevo entre PP y PSOE, las acusaciones han volado entre coaliciones nacionalistas y no nacionalistas, entre partidos de izquierda y partidos de derechas, así como entre Gobierno y oposición, ya que el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido uno de los blancos favoritos de los participantes -a excepción, claro, del candidato socialista, Ramón Jáuregui-.
De entrada, la política económica ha enfrentado a los dos grandes partidos, con Jáuregui asegurando que "España empieza a salir de la crisis" y acusando al PP de querer reducir los derechos de los trabajadores. Su rival popular, Luis de Grandes, ha alertado de que la supuesta recuperación "no es más que un espejismo", para después acusar a Zapatero de "absoluta incapacidad".
En esta línea ha insistido el candidato de Coalición por Europa (que agrupa a CiU y PNV), Ramón Tremosa, quien ha acusado al presidente de ser "el campeón del inmovilismo". No acabarían ahí sus reproches, al señalar que "a Zapatero le falta cuajo".
El candidato de IU, Willy Meyer, ha cargado contra Tremosa por propugnar "liberalización y privatizaciones", secundado por Jáuregui. Y el candidato de Europa de los Pueblos, Oril Junqueras -el más comedido-, ha optado por la clave nacionalista: "Los reproches mutuos entre PP y PSOE son una cortina de humo para tapar realidades que son muy tozudas".
Patrimonio de la mentira
Algunos de los momentos más agrios han surgido por el cruce de acusaciones entre los candidatos de PSOE y PP sobre asuntos como los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid y las elecciones posteriores.
Ramón Jauregui ha abierto el fuego cuando, después de que Luis de Grandes acusara a los socialistas de mentir respecto a su respaldo a la directiva sobre las 65 horas semanales, le ha espetado: "Para mentiras las suyas, que perdieron la mayoría absoluta, las elecciones, por mentir".
"Reconozco que ustedes ganaron las elecciones gracias a la acción de un brillante mentiroso", ha comentado De Grandes en su siguiente turno, aludiendo a Zapatero. "El único mentiroso en el 11-M fue su Gobierno", ha contestado después Jauregui
Lenguas y aborto
También el candidato de Coalición por Europa, Ramón Tremosa, ha acusado al PP de "mentir cuando dicen que en Cataluña se persigue al castellano". Tanto Tremosa como el candidato de Europa de los Pueblos, Oriol Junqueras, han reclamado una política lingüística que impulse los idiomas co-oficiales, como el catalán.
En su reivindicación, han acusado a PP y PSOE de reeditar el "modelo franquista", lo que ha motivado el rechazo del candidato popular y la reafirmación autonomista del socialista.
Como en los últimos días de campaña electoral, el proyecto de reforma de la ley del aborto ha suscitado nuevas controversias, con Meyer calificando de "indignantes" las declaraciones de Mayor Oreja al comparar, siguiendo al cardenal Antonio Cañizares, el aborto y los abusos a menores.
De Grandes, por su parte, ha querido retratar "el mundo feliz de Zapatero", al reformar el aborto -"Eso es una barrabasada, una despenalización se convierte en derecho"- y, según ha dicho, la eutanasia. "No mienta -ha vuelto a saltar Jáuregui- de eutanasia no hay nada", para después acusar al PP de no derogar la ley del aborto cuando gobernaba.
Presidencia española
La próxima presidencia española de la Unión Europea también ha dado de sí, con Meyer criticando que "no ha entrado en el debate electoral" y Junqueras pidiendo una democracia "más directa, participativa", lo que incluiría un presidente elegido por los ciudadanos y no por el Parlamento.
El más duro, en cualquier caso, ha vuelto a ser Tremosa, que ha calificado de "patética" la fotografía del ex presidente José María Aznar en el rancho de George W, Bush -ambos con los pies sobre la mesa- y ha comentado que Zapatero debió de "haber hecho un Erasmus en el Kremlin en los ochenta".
Entre tanto reproche, un punto de acuerdo: Europa es un gigante económico al que le falta talla política, han convenido todos. Las recetas propuestas para solucionarlo, en cualquier caso, son distintas para cada uno.