45 años de las FARC
- El Mundo en 24 horas hace un repaso histórico del grupo guerrillero colombiano 45 años después de su creación
- El movimiento guerrillero más antiguo del mundo vive sus horas más bajas acosado por el Ejército
- Crece su descrédito entre la población por su asociación con el narcotráfico y los secuestros
En el año 2000, el entonces enviado especial de Naciones Unidas para mediar en el conflicto colombiano, Jan Egeland, acompañó a una comitiva de la guerrilla de las FARC a una gira por Europa. El objetivo era acercar posiciones y mostrar a la guerrilla la nueva realidad mundial: La Guerra Fría había acabado. Esa comitiva de las FARC la encabezaba Raúl Reyes, el histórico líder de la guerrilla. Aquella gira pareció dar algunos frutos, y según Egeland "regresaron, creo, más o menos convertidos". Pero cuando volvieron a la selva, los líderes de la guerrillas les obligaron a quemar sus ropas, por miedo a que llevasen en ellas chips que les pudieran localizar. Pocos días después, esos mismos negociadores se retractaron públicamente de sus palabras moderadas. Una ejemplo de intransigencia y fundamentalismo que explican, según los expertos, las constantes ideológicas de los líderes de la guerrilla: una desconfianza extrema, incluso entre los suyos, y su constante negativa a ceder en cualquier asunto, por pequeño que sea, para no dar muestras de debilidad.
Las FARC nacieron, hace 45 años, como producto de una época de antagonismos políticos, ideológicos y profundas injusticias sociales, muchas de las cuales, aún siguen vigentes. En 1982, en la séptima conferencia de la guerrilla, la dirección decidió incorporar el término FARC-EP, "Ejército del pueblo". Hoy, ese nombre parece una broma de mal gusto. Naciones Unidas, Amnistía Internacional o Human Rights Watch, entre otras organizaciones humanitarias, han denunciado a la guerrilla por sus violaciones del derecho humanitario: Reclutamiento de menores, violencia sexual, secuestros, desplazamientos forzados, masacres...Lo más terrible para Colombia es que no son el único grupo armado con ese sórdido perfil. Los grupos paramilitares tienen un expediente tan terrible como el suyo. Y en ocasiones, algo más que sospechas y rumores recaen sobre las acciones del ejército colombiano.
Ahora son malos tiempos para la lírica, incluso, para la retórica marxista de la guerrilla, que ya pocos se creen. El líder, Manuel Marulanda, ha muerto. Raúl Reyes, también ha muerto. Y otro de sus dirigentes más importantes, Iván Ríos. Las deserciones son cada vez mayores. Algunos de sus comandantes, se rinden, como, por ejemplo, la temida "Karina", uno de los dirigentes más beligerantes de la guerrilla. En 2002 se calculaba que las FARC contaban con 18.000 hombres. Hoy contarán con poco más de la mitad.
En sus 45 años de historia, el fracaso "revolucionario" es total: no han conseguido la toma del poder. El pueblo los teme y los odia tanto o mas que a sus enemigos paramilitares. Treinta y un estados los consideran un grupo terrorista. Sus aliados políticos, dentro y fuera del país, les han abandonado. Las FARC parecen estár solas. Lejos de reconocerla por su ideología, a la guerrilla más antigua de América Latina hoy se la conoce por sus espeluznantes tácticas: el secuestro, el narcotráfico, los atentados indiscriminados y la represión, la mayoría de las veces, contra la población civil. Recientemente, el presidente venezolano, Hugo Chávez, uno de sus últimos socios ideológicos, se vio obligado a recordarles que su lucha armada no tiene sentido, pero las FARC parecen empeñadas en negar la evidencia.