EE.UU. detiene a una matrimonio de espías cubanos al cabo de 30 años
- Se trata de un ex funcionario del departamento de Estado y de su esposa
- Walter Myers, de 72 años, era el agente 202. Su mujer, Gwendolyn, de 71, la agente 123
- Ambos habrían espiado para el régimen castrista durante casi 30 años
- Walter Myers era analista de asuntos europeos y tenía acceso "Top Secret"
- La pareja pasaba la información intercambiando carritos de la compra en el super
Un antiguo funcionario del departamento de Estado y su esposa han sido detenidos acusados de espiar para el gobierno cubano durante casi 30 años, según ha informado el departamento de Justicia de Estados Unidos.
Se trata de Walter Kendall Myers, de 72 años, y de su mujer, Gwendolyn Steingraber Myers, de 71. Se les acusa de actuar como agentes secretos del gobierno Cubano, al que suministraban información confidencial. Myers tenía el nombre en clave de "agente 202". Su mujer era la "agente 123".
Walter Myers estaba especializado en análisis de Inteligencia sobre Europa y tenía acceso diario a información clasificada, entre ella, más de 200 informes sobre Cuba.
Su nivel de acceso era "Top Secret". Myers tomaba notas o memorizaba la información, y excepcionalmente, sacaba los documentos. El matrimonio ha reconocido que pasaron una velada con Castro en 1995 y que recibieron multitud de medallas en reconocimiento por sus servicios.
Una vida entre códigos
El Servicio de Inteligencia de Cuba enviaba las instrucciones a sus dos agentes en Washington a través de mensajes radiofónicos codificados. Los Myers tenían un receptor de onda corta en su apartamento y desencriptaban los mensajes con un programa suministrado por el régimen castrista.
El matrimonio pasaba la información "de mano en mano", el sistema que consideraban más seguro. Su método favorito era intercambiar carritos de la compra en los supermercados.
El pasado mes de abril, el FBI montó una operación para cazarles. Un agente se hizo pasar por funcionario cubano y abordó a Myers. Le felicitó por su cumpleaños, le ofreció un puro y dijo que necesitaba información.
Al día siguiente, la pareja se encontró con el agente y accedió a suministrarle los datos del personal del Gobierno dedicado a América Latina. A lo largo de sucesivas reuniones, reconocieron haber mantenido contactos en México y realizar tareas de contravigilancia. También se mostraron dispuesto a facilitar información sobre la cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago.
Un espionaje "increíblemente serio"
El gobierno de EEUU ha calificado la actividad de los dos agentes secretos como "increíblemente seria". Según la investigación de contraespionaje, Walter Myers viajó a Cuba en diciembre de 1978. Allí fue captado por los servicios de Inteligencia de Fidel Castro. Seis meses después, ya de vuelta a Dakota del Sur, el matrimonio accedió a trabajar como agentes clandestinos.
Animados por su contacto en EEUU, se trasladaron a Washington DC. Walter Myers ya había trabajado para el departamento de Estado como instructor y reingresó en el Instituto de Servicio Extranjero. En 1988 amplió sus cometidos y colaboró con la Oficina de Inteligencia e Investigación. A partir de 2001, trabajó a tiempo completo para esta oficina hasta su jubilación en 2007.
Walter se casó con Gwendolyn en 1982. Ella trabajaba en un banco como analista administrativo y nunca tuvo acceso al gobierno estadounidense. El matrimonio ya estaba retirado. Y su detención se produce en un momento en que Cuba y EEUU tratan de normalizar sus relaciones tras medio siglo de bloqueo.