Encuentran un zulo de ETA con una pistola y material explosivo en Cercedilla, en Madrid
- En un principio se había informado de que el escondite había aparecido en Las Rozas
- En el zulo se han encontrado una pistolas y material para fabricar bombas lapa
- La sustancia podría ser un kilo de nitrato atómico
- El zulo no es reciente y se trata de determinar su antigüedad
Unos obreros han hallado este viernes de forma fortuita un zulo de ETA en la Comunidad de Madrid. Aunque en un principio se ha informado de que el escondite ha sido descubierto en Las Rozas, fuentes de Interior han confirmado a TVE que se encuentra en la localidad de Cercedilla. Las Fuerzas de Seguridad han encontrado en su interior una pistola y diverso material explosivo para la fabricación de bombas-lapa.
Fuentes de la investigación han explicado que el escondite se ha hallado al derribarse un muro durante unas obras que se realizan en el lugar con una excavadora. Los agentes han encontrado un recipiente con el anagrama de ETA que contenía una cantidad indeterminada de una sustancia en polvo.
Las Fuerzas de Seguridad están analizado las armas -una pistola- y el material encontrado, a la búsqueda de huellas o de cualquier pista sobre los terroristas que las han dejado allí.
Según fuentes policiales citadas por Europa Press, el material explosivo es alrededor de un kilo de una sustancia que podría tratarse de nitrato atómico, aunque debe ser analizada en el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil.
El zulo contenía también cuatro detonadores, dos sistemas ST-lapa, pinzas para la comprobación de circuitos y un manual de instrucciones en euskera. En otro recipiente de plástico, los investigadores han hallado una pistola Walther del calibre 7.65, tres cargadores y un silenciador.
Junto a estos objetos los terroristas habían depositado una pala pequeña y un cubo de plástico.
El zulo no es reciente
La hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil apunta a que no se trata de un zulo reciente de ETA, aunque los investigadores trabajan ahora para determinar su antigüedad.
De confirmarse este extremo, el escondite no habría sido utilizado para cometer el último atentado perpetrado por ETA en Madrid, la colocación de una furgoneta-bomba en el parque Ferial Juan Carlos I el pasado 9 de febrero, que no causó víctimas pero sí daños materiales.
El vehículo, una furgoneta Peugeot Partner cargada con unos 80 kilos de explosivos, fue robada apenas unas horas antes en la localidad de Navalagamella.
A raíz de la investigación de este último atentado, los expertos policiales tienen la convicción de que ETA vuelve a tener algún tipo de infraestructura en la capital de España. Se basan en dos datos: la adquisición de una tarjeta telefónica prepago en Madrid la semana previa y la insólita llamada que realizaron con ella para advertir del coche-bomba, realizada a tan sólo un kilómetro de donde habían aparcado el vehículo.
La Policía deduce de esa inmediatez que los autores materiales no tenían que recorrer una distancia importante para alcanzar su escondite.
El anterior zulo se encontró en Ordizia
El último zulo de ETA localizado por las Fuerzas de Seguridad fue encontrado también el pasado mes de febrero en la localidad guipuzcoana de Ordizia.
En aquella ocasión, el hallazgo también fortuito, cuando una persona que paseaba por una zona boscosa de Ordizia, descubrió que había un bidón semienterrado, por lo que avisó a la Ertzaintza.
El zulo estaba abandonado desde hacía al menos diez años y guardaba en su interior unos ocho kilos de dinamita francesa caducada y en muy mal estado, una pistola, cartuchos, detonadores antiguos, manuales de la banda terrorista, así como pasamontañas y pelucas.