Caramelo acudirá a la suspensión de pagos tras el rechazo del ERE
- La textil gallega ya ha iniciado los trámites del concurso de acreedores
- La empresa acumula una deuda de 60 millones de euros
La textil gallega Caramelo acudirá a la vía concursal (antigua suspensión de pagos) ante la "crítica situación financiera" de la empresa, que arrastra una deuda de 60 millones de euros.
La firma Inveravante, propietaria de Caramelo y cuyo accionista mayoritario es Manuel Jove, señala en una nota de prensa que la empresa ya ha iniciado los trámites del concurso de acreedores.
Así, Caramelo ha comunicado al juzgado de lo Mercantil de A Coruña la fase previa de negociación con los acreedores, tal como marca la Ley Concursal.
La decisión se hace pública un día después de que la Inspección de Trabajo informase negativamente sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pretendía llevar a cabo la compañía textil, y que dejaría sin trabajo a 237 empleados de los más de 800 que tiene en la actualidad la compañía.
Caramelo justifica esta medida en la "actual situación de insolvencia" de la compañía, que también cuenta con una participación de la Xunta, que controla el 7,5% del accionariado.
La dirección de la textil con sede en A Grela (A Coruña) insiste en que ha acumulado unas pérdidas de 51,9 millones de euros en tres años, y que, con
estas cifras, resulta "imposible reflotar la compañía" con la actual estructura de costes.
Una vez concluido el proceso concursal, la empresa deberá solicitar la declaración de concurso, "haya o no alcanzado las adhesiones necesarias para la
admisión a trámite de la propuesta anticipada de convenio", explica el comunicado.
"La única manera"
La dirección de la compañía asegura "lamentar" tener que recurrir a la vía concursal para salvar la empresa. A pesar de que "se podría contar con un último esfuerzo inversor para llevar a cabo el plan de negocio que reflotase al grupo Caramelo", la empresa sostiene que la vía concursal es "la única manera de recuperar la competitividad y salvar la empresa y a sus empleados".
"La situación que atraviesa el grupo es tan delicada, con una deuda aproximada de 60 millones de euros, que es necesario ejecutar todas y cada una de las medidas económicas propuestas
en el mismo de manera inmediata", concluye el comunicado enviado por la firma textil.
De hecho, la dirección advierte de que "el retraso" o "la no consideración" de las medidas de ajuste propuestas por la compañía provocará el cierre de
la misma.