"Corren vientos de cambio en Teherán"
"Estamos viviendo un movimiento social histórico, sin precedentes en este país. Tendríamos que remontarnos a la revolución islámica de 1979 para recordar un movimiento social parecido a este. Hubo revueltas estudiantiles en 1999, pero cesaron en cuanto comenzó la represión, algo que no está sucediendo.
Vemos un Irán dividido y da un poco de miedo pensar cómo puede llegar a acabar según están las cosas. Los partidarios de Mousaví quieren volver a salir a la calle, tienen prevista una manifestación a las 17.00 horas.
Además, los seguidores de Ahmadineyad han convocado otro acto en el mismo lugar del que partió el de ayer, en la plaza Vali Azer, donde Ahmadineyad hizo su discurso de cierre de camapaña.
Estamos pasando mucho calor, yo y todas las mujeres que aquí viven. Aquí existe una ley desde que se implantó la ley islámica que obliga a las mujeres a ir con el pelo cubierto y sin marcar las formas del cuerpo, por lo que tienen que ir con ropa ancha. Además, nuestros brazos deben ir cubiertos, sólo podemos enseñar las manos.
Ahora mismo hace 40ºC. En parte, las mujeres apoyan a Mousaví porque les prometió una reforma de las leyes en busca de una mayor igualdad con los hombres, empezando por el vestir.
Unas elecciones para elegir el segundo poder
Convendría explicar que el régimen iraní es único en el mundo y ciertamente muy complicado. Combina una democracia con una teocracia islámica. Es un régimen sólido, compacto y en el que los cambios son muy difíciles.
En estas elecciones presidenciales, al fin y al cabo, se elige al segundo poder del país. El primero lo ostenta el líder supremo, el ayatolá Jaemenei, él toma las decisiones de política exterior y es el jefe de las fuerzas armadas.
Es cierto que durante la campaña Mousaví prometió una apertura. De momento no nos ha llegado que Mousaví haya buscado apoyos en el exterior, porque los iraníes son muy reacios a confiar en otras fuerzas.
Ante todo, perpetuar el régimen
Ali Jamenei, como ayatolá que es, debe intentar que el régimen se conserve sin disturbios. Él indirectamente ha apoyado al presidente Ahmadineyad, todo el mundo sabe que él es partidario de que sea el líder consevador quien se reafirme en la presidencia.
Es un régimen conservador, que aún tiene órganos como el Consejo de Guardianes. Si ellos deciden que las elecciones no han sido fraudulentas, no lo han sido. Aquí no ha habido observadores internacionales. Perpetuar este régimen es la idea de todos desde que se inició la Revolución Islámica hace 30 años.
Aquí no hay izquierda y derecha. Los cuatro candidatos que se han podido presentar a las elecciones han sido los únicos cuatro que no han sido vetados por el Consejo de Guardianes, un órgano conservador y religioso que ha dejado en la cuneta a otros cientos de candidatos.
Entre Ahmadineyad y Mousaví no hay gran diferencia, pero sí posturas más aperturistas. El presidente iraní tenía un discurso más 'molesto' hacia la comunidad internacional. Mousaví, en cambio, es más conciliador; y eso se notaba en las urnas, que la gente optaba por el cambio,
Siguen expulsando periodistas por grabar manifestaciones
La presencia de la prensa extranjera se ha ido reduciendo. Han echado a la televisión alemana y belga por grabar imágenes de manifestaciones, algo que sí hemos hecho nosotros; pero hemos salido corriendo para que no nos detuvieran. A otros equipos internacionales les han pillado y han sido directamente expulsados del país. Ahora sólo nos dejan trabajar desde las oficinas y está terminantemente prohibido grabar ningún acto en la calle.
Informar aquí no es fácil, nosotros no somos la noticia pero sí da una idea de la dificultad que tiene la libertad de expresión. Si os fijais en las crónicas que estamos enviando a España, la gente aquí pita sus claxon hasta altas horas de la noche, porque es una de las pocas formas que tienen para manifestar su descontento sin que sean enviados a prisión.
Por este motivo también utilizan lazos verdes, mostrando su disconformidad con los resultados electorales pero sin jugarse así su libertad. Aunque este 'truco' no funciona para las milicia bashir, que ayer rompían con porras los cristales de los coches que pitaban por las calles de Teherán.
La gente está esperanzada. Los jóvenes, que representan el 70% de la población, quieren cambios. Se nota en su forma de vestir: las chicas llevan ropa más ajustada y con el velo más echado hacia atrás, y los chicos visten ropa muy moderna. Se nota que hay vientos de cambio en la capital, pero en Irán hay muchas zonas rurales, que optan eminentemente por el sector más conservador".