La banca asegura que no pretende comprar cajas pero que hará "lo que quiera el Gobierno"
- Así lo ha dicho el presidente de la Asociación Española de Banca
- Miguel Martín afirma que si el Estado inyecta dinero público, éste manda
- Responsables de las cajas de ahorros auguran un mal año 2010
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, ha asegurado que los bancos no tienen intención de entrar en el capital de las cajas de ahorros, pero quieren contribuir a mejorar el sistema financiero español y harán "lo que pida el Gobierno".
Martín ha subrayado que no quieren participar "en ninguna operación de salvamento de ninguna entidad que no sea un banco", porque no quieren "que parezca que tenemos intención de adquirir alguna caja de ahorros", durante un curso sobre la crisis y el sector financiero en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP).
El presidente de la patronal añade que harán "lo que nos pidan las cajas, y si lo pide el Gobierno también, pero nosotros no queremos molestar a nadie". Martín insiste así en la voluntad de la banca de "colaborar" a la hora de solucionar la situación del sistema financiero español, que necesita una reestructuración de eficiencia y de capacidad.
"Si las cajas pueden salir por sí mismas, ojalá, y yo quiero que puedan, no queremos interferir y no queremos que se insinúe que lo que queremos es terminar comprando cajas" aunque matiza que la patronal tampoco quiere "desincentivar" a ninguna entidad a actuar, y que si los bancos quieren hacerlo "ellos lo decidirán".
Un año malo el 2010
Los máximos representantes de las cajas de ahorros auguran un año muy malo y "una parte del sector en pérdidas" para 2010. Así lo han dicho Juan Ramón Quintás, presidente de la Confederación de Cajas (CECA) y Juan María Nin, director general de La Caixa.
Según un estudio que tiene la CECA, los ingresos recurrentes caerán en 2010 hasta 36.800 millones de euros y los costes por pérdidas y provisiones subirán hasta 29.000 millones. "Con 8.000 millones no se pueden cubrir costes y dar beneficios. Algunas entidades estarán en pérdidas".
En su opinión, es fundamental que "el Gobierno enderece la economía; se haga un Fondo de Reestructuración flexible en plazos y condiciones y se rebajan las exigencias de provisiones. De lo contrario, vamos al diluvio. Los políticos deben saberlo", advirtió Quintás.
Devolver las ayudas
Martín ha advertido de que algunas entidades que vayan a recibir inyecciones públicas de capital pueden encontrarse el problema de tener que devolverlas al Estado antes de que estén saneadas y vuelvan a dar beneficios.
En su opinión, si el Gobierno quiere reducir el déficit público hasta el 3% del PIB en 2012 para cumplir con el Pacto de Estabilidad europeo, podría demandar a las entidades el dinero que les haya prestado.
Durante su intervención en un curso sobre la crisis organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y el BBVA, Martín consideró que si se inyecta dinero público, el Estado debe poder mandar.
Martín coincidió con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en que cerrar una entidad es muy costoso y debe ser la última de las decisiones, por lo que sugiere que se fusionen porque ello posibilita la reestructuración.
El presidente de la patronal bancaria elogió el esfuerzo del Gobierno por reducir el déficit público, pero lamentó que no haya dicho cómo espera conseguirlo y advirtió de que "hay que tener una estrategia de salida creíble", subrayó Martín.
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, advirtió además a las entidades financieras de que son ellas las "primeras responsables de la crisis" del sector y las que tienen que buscar las soluciones para resolverla.
Martín añadió que "no hay que estar esperando que venga la solución del Gobierno", y cada entidad financiera es "responsable de su propia realidad", por lo que, añadió, "quien vea que tiene dificultades las tiene que arreglar por sí mismo".