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Los jefes del trabajador boliviano que perdió un brazo declaran ante el juez

  • Se enfrentan a un delito contra el derecho de los trabajadores
  • Franns Melgar denunció a sus jefes con el apoyo de CCOO
  • Los dos hermanos niegan la versión que el trabajador ha dado sobre el accidente

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Los dos hermanos responsables de la panificadora de Real de Gandia (Valencia), donde un trabajador sin papeles de origen boliviano perdió un brazo el pasado 28 de mayo en un accidente laboral, han acudido este jueves a los Juzgados de Gandia (Valencia) para prestar declaración.

Los empresarios han llegado a las 09.20 horas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Gandia (Valencia), donde declaran como imputados.

A su llegada a las dependencias judiciales, les ha abordado un nutrido grupo de periodistas, al que han evitado entrando con celeridad al edificio.

Un trabajador ilegal regularizado por el Gobierno

El trabajador boliviano Franns Melgar Vargas, que sufrió la amputación de su brazo izquierdo el pasado 28 de mayo, estaba empleado en la empresa en situación ilegal, trabajaba doce horas al día y cobraba 700 euros al mes, según sus declaraciones.

Según el sindicato Comisiones Obreras, el jefe del trabajador tiró el brazo a un contenedor de basura después del accidente, lo que impidió la reimplantación, le dejó a 200 metros del hospital y le pidió que no dijera nada sobre su situación laboral, versión que los empresarios rechazan.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Gandia, tras recibir el atestado de las lesiones sufridas por el trabajador boliviano, ha incoado diligencias previas para investigar las circunstancias en las que tuvieron lugar los hechos.

El Consejo de Ministros, ante el trato sufrido por Franns por parte de sus jefes, decidió regularizar la situación del trabajador el pasado viernes por "razones extraordinarias".