Los obispos consideran "inmoral e injusto" el derecho al aborto
- La jerarquía católica cree que considerar el aborto un derecho "vicia el anteproyecto"
- Los obispos dirigen sus reflexiones sobre el derecho a la vida "a todos"
- Opinan que el aborto sobrepasa "las decisiones sobre el propio cuerpo"
La Conferencia Episcopal denuncia que el el anteproyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo pretende calificar el aborto provocado como un "derecho" que habría de ser protegido por el Estado, lo que es una "fuente envenenada de inmoralidad e injusticia que vicia todo el texto".
"Decidir abortar es quitar la vida a un hijo ya concebido y eso sobrepasa con mucho las posibles decisiones sobre el propio cuerpo, sobre la salud de la madre o sobre la elección de la maternidad", según afirma una declaración hecha pública por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal.
La declaración, que ha sido aprobada en la 213 reunión de la Permanente del Episcopado, subraya el deber de los obispos de pronunciarse públicamente sobre el aborto y "sobre sus graves implicaciones morales negativas".
Reflexiones para todos
Los obispos aseguran que sus reflexiones se dirigen "a todos" y piensan que podrían ser aceptadas también por muchos que no comparten la fe católica, pues giran en torno, argumentan, "al derecho de la vida de todo ser humano inocente, un patrimonio común de la razón humana".
Los prelados sostienen que "la mera voluntad de la gestante anula el derecho a la vida del que va a nacer". "En las primeras catorce semanas, la gestante decide sobre la muerte del que va a nacer: la violación del derecho a la vida, tratada como si fuera un derecho".
Asimismo, el texto señala que la reforma del aborto que promueve el Gobierno utiliza "la salud como excusa para eliminar a los que van a nacer. Hasta la vigésimo segunda semana, ambiguas indicaciones médicos-sociales: la medicina y la sanidad, falseadas, al servicio de la muerte".
Plazos de gestación
La jerarquía católica afirma que "se niega o devalúa al ser humano para intentar justificar su eliminación. Frente a la evidencia de que donde hay un cuerpo humano vivo, aunque sea incipiente, hay un ser humano y una dignidad humana inviolable, se establecen plazos de gestación y de presencia humana de los que no es posible dar razón suficiente".
La Comisión Permanente del Episcopado también considera que la futura ley del aborto "no apoya a la mujer para ahorrarle el trauma del aborto y sus graves secuelas. Se facilita a las gestantes la eliminación de sus hijos, en lugar de proteger la maternidad y la familia para evitar que las mujeres se conviertan en víctimas del aborto".
Finalmente, los prelados señalan que "privar de la vida a los que van a nacer no es algo privado. Se deja al arbitrio individual la vida de los que van a nacer, en vez de reconocerla como un fundamental elemento constitutivo del bien común que merece protección y promoción".