Vanity Fair, en la intimidad de la Casa Blanca

• Barack Obama aparece en la intimidad de la Casa Blanca con su esposa, Michelle
• Ambos han conseguido que el cambio también llegue a la residencia presidencial
• Una relajación en la etiqueta o la huerta que cultivan muestran parte de ese cambio

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha abierto durante dos semanas las puertas de la Casa Blanca a la edición española de la revista Vanity Fair.

La edición española de la revista Vanity Fair ha conseguido colarse en la Casa Blanca y ha preparado un reportaje en el que muestra el rostro más humano del hombre más poderoso del mundo, el presidente Barack Obama.

El colaborador de la revista Carlos de Vega ha pasado dos semanas fotografiando al presidente y a su esposa, Michelle Obama, mientras el matrimonio bailaba al son de los mariachis, en su cine privado, con equipo de asesores más cercano, o con los pies sobre la mesa, o mientras recibe a los líderes de Pakistán y Afganistán.

Tanto el personal de la Casa Blanca  como el selecto grupo de periodistas que cubren la información de la Casa Blanca coinciden que con Obama han cambiado mucho las cosas con respecto a su predecesor, Bush.

Adiós a la estricta etiqueta

Los cambios más visibles no se reflejan sólo en una relajación de la etiqueta preceptiva para el personal que antes obligaba a llevar traje de chaqueta en cualquier momento y ahora permite las mangas de camisa y la ropa casual durante los fines de semana.

Obama es más flexible en los horarios y ha puesto especial énfasis en recuperar el entendimiento con el resto de países para limar esa imagen de superpotencia, un aspecto que le costó a Bush más de un desencuentro con sus aliados tradicionales.

Michelle Obama no se ha quedado a la zaga y ha creado un huerto que es el primer tema de conversación de los líderes mundiales que visitan la casa. Pero no es sólo la huerta. En el reportaje la definen como una mujer muy inteligente y una excelente organizadora que no deja escapar un solo detalle.