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Mousaví insta a seguir con las protestas pero con "moderación"

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Aparente calma en Teherán

El líder de la oposición, Mir Husein Mousaví, ha apelado a continuar con las protestas, porque se trata de un "derecho" de los ciudadanos protestar contra el "fraude electoral" y contra las "mentiras". Eso sí, Mousaví ha pedido al pueblo "moderación" para evitar más muertes entre los manifestantes.

Mousaví ha asegurado que hoy el país "está de luto" por las diez muertes producidas este sábado en las revueltas en Teherán. "Hoy el país llora la muerte de los manifestantes, pero pido que se mantenga la calma y que los manifestantes se abstengan de la violencia".

Además, ha condenado los "arrestos masivos" de opositores que, en su opinión, "han creado una brecha entre la sociedad y las fuerzas armadas del país".

Ahmadineyad culpa a Occidente

El presidente Mahmud Ahmadineyad, cuya polémica elección ha desatado la revuelta, ha advertido a Estados Unidos y al Reino Unido de que deben poner fin a la "interferencia" en los asuntos internos del país.

"Con estas opiniones prematuras os saldréis con toda seguridad del círculo de los amigos de Irán, así que os aconsejo enmendar vuestra postura intervencionista", ha señalado. Según el mandatario, estos países no conocen al pueblo iraní y se equivocan al enjuiciar "estos acontecimientos que elevan aún más la importancia de la República Islámica".

Además, el Ministro de Exteriores iraní, Manoucher Mottaki, ha culpado directamente a Francia, Alemania y el Reino Unido de tratar de derrotar el régimen de los ayatolás, extremo que se han apresurado a negar tanto Francia como Alemania. Además, ambos países han condenado la actitud iraní y han pedido que cese la violencia ante las manifestaciones pacíficas. Asimismo, el servicio de inteligencia de EE.UU. ha negado cualquier posibilidad de interferir en los asuntos iraníes.

"Los políticos de ciertos países han hecho declaraciones intrusivas e irresponsables.....deben pensarlo dos veces antes de cuestionar el proceso democrático de las últimas elecciones", había afirmado Mottaki.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha enviado un mensaje de "plena solidaridad" a los países europeos acusados de manera "totalmente injustificada" de instigar los disturbios registrados en Irán tras las elecciones presidenciales.

Fuentes diplomáticas han informado de que este tipo de declaraciones "carecen de fundamento alguno y no contribuyen a la solución de la crisis política en Irán". "Apelamos al sentido de la responsabilidad de las autoridades iraníes, para que atiendan con total transparencia las legitimas reclamaciones de los candidatos", han agregado.

Expulsan al corresponsal de la BBC

Horas después, el Gobierno ordenaba la expulsión del corresponsal permanente de la cadena nacional británica BBC, John Lyne, al que ha acusado de mostrar una imagen falsa del país y de alentar los disturbios con sus informaciones.

Según las autoridades iraníes, Lyne ha faltado a la ética de su profesión al emitir noticias "que no se ajustan a la realidad", ha informado la agencia de noticias local Fars.

El periodista, al igual que el resto de reporteros extranjeros que aún se encuentran en Teherán, tenía prohibido desde el pasado martes salir a la calle para informar de las manifestaciones de la oposición, que el régimen considera ilegales.

Además, este domingo ha sido detenido un periodista canadiense de la revista Newsweek, que ha pedido ayuda a los países que puedan tener influencia en el Gobierno iraní para lograr su liberación.

Revisar las relaciones con occidente

El presidente del Parlamento, Ali Larijani, ha ido un paso más allá y dijo que la Cámara debe reconsiderar las relaciones diplomáticas con estos países.

Según la radio oficial, el político ha calificado de "vergonzosa" la postura adoptada por esos tres países y por Estados Unidos y ha instado a la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento a "repensar los lazos con los tres países europeos".

Irán es escenario desde hace una semana de protestas diarias y enfrentamientos entre la oposición y las fuerzas de Seguridad que hasta el momento se han cobrado la vida de al menos una veintena de personas, según datos oficiales.

La situación se agravó el sábado después de que al menos trece personas murieran víctimas de la represión policial de una marcha de protesta de la oposición, que denuncia un fraude electoral masivo en las elecciones del pasado 12 de junio.

La televisión estatal define como "terroristas" a los manifestantes

La televisión estatal ha calificado de "terroristas" a los que se han enfrentado a la Policía, y ha asegurado que las Fuerzas de Seguridad habían detenido a varias personas -sin más especificaciones- relacionadas con el grupo de oposición armada 'Muyahidin Jalq'.

Fuentes diplomáticas han indicado a la agencia Efe que los muertos en los últimos enfrentamientos podrían ascender a 19 y que había cientos de detenidos. Por su parte, fuente médicas señalaron que los heridos superaban el centenar.

Mientras crece la militarización de las calles, el líder de la oposición iraní, Mir Husein Mousaví, ha subrayado que hay que "limpiar las mentiras y las actitudes deshonestas" que amenazan con destruir el sistema.

En un texto colgado en su página web, el ex primer ministro advierte a las autoridades de la República Islámica que debe permitir las protestas o hacer frente a las consecuencias.

Sus palabras suponen un claro desafío al líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Ali Jameneí, quien el viernes negó las denuncias de fraude electoral y exigió que se pusiera fin a las manifestaciones callejeras si se quería evitar "un derramamiento de sangre".

"No nos oponemos al sistema islámico y a sus leyes, sino a las mentiras y a las ideas desviadas. Solo buscamos una reforma", afirmó Mousaví.

"El pueblo espera de sus gobernantes honestidad y decencia porque muchos de nuestros problemas se deben a las mentiras. La revolución islámica debe ser el camino", agregó.